Evidencias de civilizaciones perdidas – ¿hallazgos en eras geológicas imposibles?
“Eras geológicas de la Tierra”, se ha tratado este tema desde el punto de vista de la ciencia oficial. Pero la verdad muchas veces se oculta tras el velo científico. Esparcidos por todo el mundo se van encontrando vestigios que se supone no deberían pertenecer al período de tiempo en el cual fueron encontradas. Pero la realidad es tozuda y se van hallando pruebas de civilizaciones con una aparente avanzada tecnología que existieron millones de años antes de las fechas en que se supone que la humanidad evolucionó en la Tierra. No podemos garantizar que todas las evidencias estén datadas acertadamente, pero creemos que en bastantes casos la información es fiable. Todo parece indicar que la Tierra fue visitada o habitada por seres inteligentes que usaban tecnología avanzada mucho antes de la aparición (tal como es explicado por la historia oficial) de los primeros humanos.
En la imagen anterior puede verse la visión científica aceptada de la evolución en este planeta a través de las distintas eras geológicas. Según esta visión, los seres humanos aparecieron en la Tierra hace pocos millones de años, pero una verdadera civilización humana solamente apareció hace pocos miles de años. Sin embargo, utilizando métodos científicos aceptados, se ha podido constatar que hay numerosos hallazgos que muestran pruebas concluyentes de que existieron civilizaciones avanzadas mucho antes de lo que se considera como posible.¿De dónde vinieron estas avanzadas civilizaciones que visitaron nuestro planeta antes de que el hombre apareciera en la Tierra? Curiosamente, a medida e vamos retrocediendo en el tiempo a través de diferentes eras, pude verse que las evidencias continúan creciendo, mostrando pruebas de seres inteligentes, con moderna tecnología, en un remoto pasado.
Como ejemplo de hallazgo relativamente reciente, pero de cualquier manera sorprendente, si nos atenemos a lo oficialmente admitido, nos encontramos con una enigmática estatua de Venus, en Willendorf, con más de 20.000 años de antigüedad. La Venus de Willendorf es una estatuilla antropomorfa femenina de 20.000 ó 22.000 años de antigüedad. La estatua lleva el nombre de un pueblo junto al Danubio, donde fue descubierta en 1908 por el arqueólogo austriaco Josef Szombathy. Es una figura obesa, de vientre abultado y enormes senos. Esta imagen de la mujer gorda que esta completamente desnuda también era usual en las esculturas egipcias, griegas y babilónicas del Período Neolítico. Es la más conocida de las Venus paleolíticas. ¿Quién creó esta estatua hace unos 20.000 años?
La Era Cenozoica es la última de las cinco principales eras de tiempo geológico, que comenzó hace aproximadamente unos 65 millones de años. Le sigue el período Cretáceo de la era Mesozoica, que está subdividido en el período terciario y el cuaternario. Y el período terciario, se subdivide a su vez en los períodos Paleoceno, Eocénico, Oligoceno, Mioceno y Plioceno. La visión científica aceptada de la evolución en la Era Cenozoica muestra a los seres humanos apareciendo en la Tierra hace pocos millones de años, pero oficialmente se supone no alcanzaron un cierto nivel de civilización hasta hace unos cuantos miles de años. No obstante, una serie de hallazgos científicos muestran una historia distinta.
En la época Pleistocena se han encontrado diversos objetos “imposibles” para aquel tiempo. Entre ellos podemos destacar unamoneda de cobre, encontrada en Illinois, USA, con más de 200.000 años de antigüedad. Muestra un objeto parecido a una moneda, que fue hallado en una excavación cerca de Lawn Ridge, Illinois, a una profundidad de unos 35 metros. Según la información dada por geólogos del Estado de Illinois, los depósitos conteniendo la moneda tienen entre 200.000 y 400.000 años de antigüedad. ¿Quién pudo dejar allí esta moneda hace cientos de miles de años?
Otra extraña evidencia es el esqueleto de un ser humano con características modernas, encontrado en Tanzania, con más de un millón de años de antigüedad. En 1913, el Profesor Hans Reck, de la Universidad de Berlín, efectuó excavaciones arqueológicas en Olduvai, Tanzania, donde encontró un esqueleto de un misterioso ser humano con características modernas, que sigue creando una fuerte controversia. Este cráneo moderno es de un esqueleto humano entero encontrado en aquella zona. Los restos humanos, incluyendo su cráneo completo, estaban cementados en la roca y tuvieron que ser extraídos de la piedra con martillos y cinceles. Fue encontrado en el extremo superior de un grupo de rocas datado en más de un millón de años. ¿Cómo puede ser que existiese este humano aparentemente moderno hace 1 millón de años?
En 1921, el British Museum recibió un cráneo humano, al que se llamó el “hombre de Broken Hill”, que fue hallado en curiosas circunstancias. Cuando los trabajadores de una mina de cinc de Zambia se dedicaban a terraplenar una colina llamada Broken Hill, encontraron una galería obstruida que desembocaba en una caverna. La cueva estaba llena de restos humanos y daba la impresión de ser un lugar de enterramientos prehistóricos. Pero no se tuvo gran cuidado en la recuperación de los huesos y, entre los pocos que llegaron a manos de los paleontólogos, se encontraba un enorme cráneo humano de frente huidiza, grandes arcos superciliares y una estructura facial primitiva, de tipo netamente Neanderthal. Pese a que no se pudo establecer una estratigrafía precisa, la antigüedad de los restos óseos era evidente.
Los paleontólogos colocaron al “hombre de Broken Hill” u “hombre de Rhodesia” en la estirpe filogenética humana, y le llamaron “el Neanderthal africano“. Pero estudiando el cráneo vieron dos cosas, una de ellas aparentemente inexplicable: aquel ser, que había vivido quizá hacía un millón de años, había sufrido una enfermedad dental. Y a ambos lados del cráneo presentaba dos orificios de igual diámetro, que dejaron perplejos a los expertos. A juicio del profesor Mair, de Berlín, parecían los orificios de entrada y salida que dejaría una bala moderna. El enigma que esto planteaba sigue sin encontrar una solución que no sea la de considerar que en aquella época había seres con armas sofisticadas.
En 1896, unos trabajadores que estaban excavando en un muelle seco en Buenos Aires encontraron un moderno cráneo humano. El estrato en el cual fue encontrado el cráneo de Buenos Aires tiene más de 1 millón de años de antigüedad. ¿Por qué llegaron a Buenos Aires humanos modernos hace más de 1 millón de años?
Enla Época Pliocena también tenemos una serie de hallazgos sorprendentes. Uno de ellos lo constituyen los Figurines de Nampa, encontrados en Idaho, de hace aproximadamente unos 2 millones de años. Una pequeña imagen humana, hábilmente formada en arcilla fue encontrada en 1889 en Nampa, Idaho. La figurilla se encontró a una profundidad de 92 metros durante la excavación de un pozo y está datada en la época Pliocena, hace unos 2 millones de años. La imagen es de aproximadamente una pulgada y media de largo, y es muy notable por la perfección con la que representa la forma humana femenina. El profesor F.W. Putnam, que la inspeccionó, dirigió la atención al carácter de las incrustaciones de hierro sobre la superficie, como indicativo de una muestra de considerable antigüedad. Se supone que los seres humanos aún no habían evolucionado en esta planeta hace unos dos millones de años. ¿Quien creó esta figura?
En Italia fue encontrado un cráneo de un humano moderno, de más de 3 millones de años de antigüedad. En 1860, el Profesor Giuseppe Ragazzoni, un geólogo del Instituto Técnico de Brescia, viajó al cercano Castenedolo, a unos 10 kilómetros al sureste de Brescia, para recoger conchas fósiles en los estratos Pliocenos, en una colina baja en la Colle de Vento. Allí descubrió un notable y anatómicamente moderno cráneo humano. El estrato del que se extrajo corresponde a la etapa Astiana del Plioceno, que pertenece el Medio Plioceno, lo cual daría al cráneo una antigüedad de 3 a 4 millones de años. ¿Por qué este humano moderno visitó Italia en aquella época?
En Inglaterra se encontró una concha tallada, en Red Crag, con una antigüedad de más de 2 millones de años. En un informe entregado el año 1881 a la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, H. Stopes, de la Sociedad Geológica, describió una concha, cuya superficie llevaba grabada una cara humana. La concha tallada fue encontrada en los depósitos estratificados de Red Crag, datados en el tardío Plioceno, hace más de 2 millones de años. Este hallazgo colocaría a seres inteligentes en Inglaterra en esta remota época. ¿Que visitante del remoto pasado talló y dejó esta concha?
De la Época Eocénica también tenemos evidencias, aún más sorprendentes. Una de ellas es una bola de tiza, encontrada cerca de Lyon, en Francia, con la increíble antigüedad de 45 a 55 millones de años de antigüedad. Esta bola de tiza fue descubierta en una capa de lignito del Temprano Eocénico. En base a su posición estratigráfica, le fue asignada una antigüedad de entre 45 y 55 millones de años. Según Maximilien Melleville, vicepresidente de la Societe Academique de Lion, no hay posibilidad que la bola de tiza fuera una falsificación: “Realmente está cubierta, a cuatro-quintos de su altura, por un color negro bituminoso que se combina en la parte superior con un círculo amarillo, y que es evidentemente debido al contacto con el lignito en el cual ha estado empotrado tanto tiempo. La parte superior, con la que está en contacto la base de la concha, por el contrario, ha preservado su color natural – el blanco pálido de la tiza… En cuanto a la roca en la cual fue encontrado, puedo afirmar que está perfectamente virgen y no presenta ningún rastro de explotación alguna”. La evidencia asociada a este hallazgo sugiere que fueron humanos quienes hicieron la bola, que deben haber estado en Francia hace más de 45 millones de años. ¿Quién hizo esta bola de tiza en esta época tan remota?
Otro enigmático vestigio lo constituye un mortero hallado en California, de una antigüedad de tal vez unos 55 millones de años. En 1877, el Sr. J. H. Neale, superintendente de la Compañía de Túneles Montezuma, vio, a unos 430 metros de la boca del túnel y bajo 92 metros de lava sólida, varias puntas de lanza en algunas rocas oscuras. Explorando más allá, encontró un pequeño mortero de tres a cuatro pulgadas de diámetro y de forma irregular. Luego encontró un mortero grande y bastante uniforme. El Sr. Neale declara que es completamente imposible que estos restos puedan haber alcanzado la posición en la que fueron encontrados después de que se formara la capa de lava. La situación de los restos indica que podían llegar a tener unos 55 millones de años de antigüedad. ¿Quien dejó estos vestigios en California hace unos 50 millones de años?
En Bramford, Inglaterra, se encontró una piedra de honda de tal vez unos 50 millones de años de antigüedad. Esta piedra de honda se encontró en el fondo de una capa de detritus, debajo de Red Crag, en Bramford, Inglaterra. El margen de error en este caso es importante, pero se considera que la piedra tiene por lo menos 5 millones de años y posiblemente podría llegar hasta unos 50 millones de años de antigüedad. Al examinarla, era obvio que la piedra había sido formada por la mano del hombre, ya que toda la superficie había sido raspada con un pedernal. La raspadura cubre toda la superficie de la piedra y penetra hasta sus irregularidades.
La Era Mesozoica también nos ha dejado múltiples evidencias. Esta es una de las principales eras en la historia geológica, siguiendo a la era Paleozoica y precediendo la era Cenozoica. La era Mesozoica, que duró desde aproximadamente hace unos 200 millones de años hasta hace 70 millones de años, la podríamos considerar como la verdadera era de los reptiles, ya que su mayor desarrollo ocurrió durante esta era. Los primeros pájaros y mamíferos y las primeras plantas con flores también aparecieron en esta época. Laera Mesozoica está dividida en tres períodos de tiempo: el Triasico, el Jurásico y el Cretáceo. Al movernos hacia atrás en el tiempo, entramos al período en la Era Mesozoica que comenzó con los primeros dinosaurios apareciendo en la tierra y terminando con el desarrollo de plantas con flores. Oficialmente, los humanos no evolucionarían hasta por lo menos unos 136 millones de años más tarde. Sin embargo, hay una serie los hallazgos científicos que sugieren que civilizaciones avanzadas estuvieron visitando la Tierra cuando los dinosaurios dominaban el planeta.
En el Período Cretaceo hay evidencias como la de un tubo metálico en Saint-Jean de Livet, Francia, con más de 65 millones de años de antigüedad. Y. Druet y H. Salfati anunciaron en 1968 el descubrimiento de varios tubos metálicos semiovoides de idéntica forma, pero de distinto tamaño, en un yacimiento de tiza cretácea. La capa de tiza se encontró en una mina en Saint-Jean de Livet, Francia, y se estima que tiene más de 65 millones de años de antigüedad. Habiendo considerado y eliminado varias hipótesis, Druet y Salfati concluyeron que seres inteligentes habían construido aquellos tubos, por lo que habrían vivido en aquella región en aquellas remotas fechas. ¿Quien construyó estos tubos metálicos en Francia hace más de 65 millones de años?
En el Período Triásico hay evidencias tan sorprendentes comouna suela de zapato, en Nevada, datada en una increíble antigüedad de entre 213 y 248 millones de años. El 18 de octubre de 1922, la sección American Weekly del periódico New York Sunday American publicó una noticia titulada “Misterio de la suela de zapato petrificada”, por el Dr. W. H. Ballou, que decía: “Hace algún tiempo, mientras estaba buscando fósiles en Nevada, John T, Reid, un distinguido ingeniero minero y geólogo vio, con asombro, una roca cerca de sus pies. Allí, parte de la roca misma, era lo que parecía ser una huella de pie humano”. Una inspección más detallada mostró que no era una marca de un pie desnudo, sino que era, aparentemente, una suela de zapato que había sido convertida en piedra. Faltaba una parte, pero estaba el delineado de por lo menos dos terceras partes de la suela, y alrededor de este contorno corría un muy bien definido hilo cosido, el cual, según parecía, ataba el zapato a la suela.
Además, había otra línea de costura, y en el centro, donde el pie habría descansado si el objeto realmente hubiera sido una suela de zapato, estaba una muesca, exactamente como si hubiera sido hecha por el hueso del talón rozando y desgastando el material del que había sido hecha la suela. Reid consiguió un químico analista del Instituto Rockefeller, quien hizo fotos y análisis del espécimen. Los análisis eliminaron cualquier duda de que la suela de zapato había sido fosilizada en la época Triásica. Las ampliaciones de la microfotografía son veinte veces más grandes que el espécimen mismo, mostrando hasta el último detalle de las vueltas de hilo y doblado, demostrando que la suela de zapato es estrictamente el resultado del trabajo manual de un hombre.
Incluso a simple vista los hilos pueden verse claramente, junto con los contornos definitivamente simétricos de la suela del zapato. Dentro de este borde y corriendo paralela puede verse una línea que parece haber sido regularmente perforada para las puntadas. La roca triásica que lleva el fósil de la suela del zapato ha sido datada en un período entre 213 y 248 millones de años. Un zapato obviamente moderno, con puntadas y grabado en el tiempo en la antigua roca triásica. ¿Estaba el misterioso visitante caminando en esta región hace más de 213 millones de años, antes de la era de los dinosaurios?
La Era Paleozoica es una importante era geológica, precedido por la era Precámbrica y seguido por la era Mesozoica, incluyendo los períodos Cámbrico, Ordoviciano, Siluriano, Devoniano, Carbonífero y Pérmico. La Era Paleozoica comenzó aproximadamente hace 570 millones de años y finalizó aproximadamente hace 200 millones de años. Al movernos más atrás en el tiempo entramos a este período de la Era Paleozoica, donde la vida estaba evolucionando desde formas primitivas multicelulares, que flotaban libremente en los océanos, hasta especies más evolucionadas en la tierra. Las formas de vida más avanzadas al final de este período eran anfibios, insectos, bosques de helechos y pequeños reptiles. Y oficialmente los humanos no evolucionarían hasta casi 300 millones de años más tarde. De nuevo, los hallazgos científicos sugieren que seres inteligentes, con tecnología avanzada, estuvieron visitando la Tierra y caminando sobre ella cuando las primeras formas de vida estaban solamente comenzando a emerger en nuestro planeta.
En el Período Carbonifero hay evidencias como las de una cadena de oro, de entre 320 y 360 millones de años de antigüedad. La edición de Junio de 1891 del periódico Morrisonville Times, de Morrisonville, Illinois, presentaba un artículo que se refería a una cadena de oro descubierta dentro de una pieza sólida de carbón. La cadena fue descubierta por la esposa del editor del periódico, cuando estaba rompiendo un trozo de carbón. De acuerdo al Departamento de Investigación Geológica de Illinois, el carbón que contenía la cadena era del período Carbonífero, de más de 300 millones de años de antigüedad. El Dr. A.W. Medd, delCentro Británico de Medición Geológica, escribió en 1985 que esta piedra es del Carbonífero Temprano, entre 320 y 360 millones de años de antigüedad. ¿Quien dejó caer esta cadena de oro en los antiguos bosques de helechos, cuando las más avanzadas formas de vida en el planeta eran anfibios e insectos?
En 1897, un minero de carbón trabajando en una mina cerca de Webster, Iowa, encontró una extraña inscripción en una pieza de piedra. El Daily News de Omaha, Nebraska (2 de Abril de 1897), publicó: “La piedra es de un color gris oscuro, con dos pies de longitud, un pie de ancho y cuatro de espesor. Sobre la superficie de la piedra, la cual es muy dura, fueron dibujadas líneas con ángulos formando diamantes perfectos. El centro de cada diamante es apreciablemente el rostro de un hombre anciano…”. ¿Fue una piedra tallada por un viajero en el tiempo hasta aquella época de la Tierra?
Otra evidencia es una taza de hierro encontrada en una mina de carbón, en Oklahoma, de 312 millones de años de antigüedad. El 27 de noviembre de 1948, Frank J. Kenwood afirmó:“Mientras yo trabajaba en la Planta Eléctrica Municipal, en Thomas, Oklahoma, en 1912, me tropecé con un sólido trozo de carbón, el cual era demasiado grande para poder ser usado. Lo quebré con un martillo de trineo. Del centro de esta pieza de carbón cayó esta taza de hierro, dejando la impresión de la taza en el pedazo de carbón”. Jim Stall (un empleado de la compañía) atestiguó la rotura del trozo de carbón y que vio caer la taza. Robert O. Fay, de la Oficina de Medición Geológica de Oklahoma, confirmó que la mina Wilburton de carbón tiene 312 millones de años de antigüedad. ¿Qué avanzada civilización estaba usando tazas de hierro hace más de 300 millones de años?
También en otra mina de Oklahoma se encontró una pared de, por lo menos, 286 millones de años de antigüedad. W.W. McCormick, de Abilene, enTexas, informó de una pared formada por un bloque de piedra, que fue encontrada en el fondo de una mina de carbón: “En el año 1928 yo, Atlas Almon Mathis, estaba trabajando en la mina de carbón No. 5, ubicada dos millas al norte de Heavener, Oklahoma. Esta era una mina de cajón, y nos contaron de tenía dos millas de profundidad. La mina era tan profunda que nos hicieron bajar a ella en un elevador… Ellos bombearon aire hacia nosotros abajo, tan profundo era”. Un atardecer, Mathis estaba haciendo estallar el carbón para desprenderlo, con explosivos. “La siguiente mañana”, dijo Mathis, “había varios bloques tirados en el suelo. Estos bloques eran cubos de 12 pulgadas y eran tan lisos y pulidos en el exterior que todas las seis caras podían servir de espejos. Aunque estaban llenos de grava, porque yo piqué uno de éstos con mi pico”.
Mathis agregó, “Cuando comencé a quitar los escombros en el sitio, se abrió más y apenas pude escapar. Cuando regresé después de este hundimiento, vi que había quedado expuesta una pared sólida de éstos bloques pulidos. Como a unas 100 a 150 yardas más abajo de nuestro núcleo de aire, otro minero golpeó esta misma pared, u otra muy similar”. El carbón en la mina era delCarbonífero, lo cual significaría que la pared era de por lo menos 286 millones de años. Según Mathis, los oficiales de la compañía minera inmediatamente sacaron a los hombres de la mina y les prohibieron hablar acerca de lo que habían visto. Mathis dijo que los mineros de Wilburton también contaron que encontraron “un bloque sólido de plata en la forma de un barril” en un área de carbón datada entre 280 y 320 millones de años. ¿Que civilización avanzada construyó esta pared?
En otra mina de carbón, en Ohio, se encontraron jeroglíficos de 260 millones de años de antigüedad. James Parsons y sus dos hijos descubrieron una pared alineada en una mina de carbón en Hammondville, Ohio, en 1868. Era una pared lisa y grande, descubierta cuando una gran masa de carbón se rompió. Y en su superficie, talladas en alto relieve, estaban varias líneas de jeroglíficos. ¿Quien talló estos jeroglíficos hace 250 millones de años?
En el Período Devoniano también se han encontrado evidencias, tales como un clavo en la piedra caliza, de entre 360 y 408 millones de años de antigüedad. En 1844, Sir David Brewster reportó que un clavo había sido descubierto firmemente empotrado en un bloque de piedra caliza en la mina de Kingoodie (Mylnfield) en el norte de Gran Bretaña. El Dr. A.W. Medd, del Centro Geológico Británico, indicó que esta piedra arenisca es del Devoniano, de entre 360 y 408 millones de años de antigüedad. Brewster afirmó:“El bloque en el que fue encontrado el clavo era de nueve pulgadas de grosor, y al proceder a limpiar la roca, el clavo fue encontrado proyectándose como media pulgada y bastante comido por el óxido. Y el resto del clavo yacía a lo largo de la superficie de la piedra hasta casi una pulgada de la cabeza, la cual estaba empotrada en la piedra”. El hecho de que la cabeza del clavo estuviese enterrada en el bloque de piedra arenisca pareciera descartar totalmente la posibilidad de que el clavo hubiese sido martilleado dentro de la roca después de ser extraído. Y ello sucedió en una época cuando los anfibios e insectos eran la única forma de vida dominante en nuestro planeta. Así pues, ¿quien colocó este clavo para que haya sido preservado en la roca durante más de 350 millones de años?
Y el Período Cámbrico no se queda atrás en lo que se refiere a evidencias. Una de ellas es la de una huella de zapato, en Utah, de 500 a 570 millones de años de antigüedad. En 1968, William J. Meister, un dibujante y colector aficionado de trilobites reportó haber encontrado la huella de un zapato en el Esquisto Wheeler, cerca de Antelope Spring, Utah. Esta muesca parecida a un zapato y su molde fueron revelados cuando Meister abrió un bloque del esquisto. Claramente visible dentro de la impresión del zapato estaban los restos de trilobites, extintos artrópodos marinos. La cáscara que sostenía la impresión y los fósiles de trilobites son del período Cámbrico, por lo cual tendrían de 500 a 570 millones de años de antigüedad. Meister describió la antigua huella como de zapato en un artículo que apareció en un periódico: “La huella del talón estaba marcado en la roca como a un octavo de pulgada más que la suela. La huella de pie era claramente del pie derecho, porque la sandalia estaba bastante usada en el lado derecho del talón”. En esta época de la historia de nuestro planeta no había plantas ni animales terrestres, e incluso los tipos más tempranos de peces todavía no habían evolucionado.
Y seguimos retrocediendo en el tiempo hacia nuestro pasado más remoto. Y llegamos al Período Precámbrico. Y, a pesar de la mareante antigüedad todavía seguimos encontrando evidencias, tales como un florero metálico, de más de 500 millones de años de Antigüedad. En la revista Científica Americana del 5 de junio de 1852, aparecía la siguiente noticia titulada “Una reliquia de una Edad Pasada”, y que decía lo siguente: “Hace algunos días, fue provocada una poderosa explosión en la roca en la Meeting House Hill, en Dorchester, a poca distancia, al sur, de la casa comunal del Reverendo Sr. Hall. La explosión rompió una inmensa masa de roca, algunas de cuyos trozos pesaban varias toneladas, con fragmentos esparcidos en todas direcciones. Entre ellos fue recogido un florero metálico, roto por la explosión. Al juntar de nuevo las partes formó un florero en forma de campana, de 4½ pulgadas de alto, de 6½ pulgadas en la base, 2½ pulgadas arriba y como un octavo de pulgada en grosor. El cuerpo de este florero parece de color zinc, o de un compuesto de metales, en lo cual hay una considerable porción de plata. Al lado hay seis figuras de una flor, o ramillete, bellamente incrustado en pura plata, y alrededor de la parte más baja del florero una parra, o guirnalda, también incrustado con plata. El cincelado, tallado e incrustado están exquisitamente hechos por algún hábil artesano. Este curioso y desconocido recipiente fue extraído desde quince pies debajo de la superficie de la roca sólida por la explosión”.
Según un mapa reciente del Centro de Medición Geológica Estadounidense del área de Boston-Dorchester, la piedra, ahora llamadael conglomerado Roxbury, es de una edad precámbrica, de más de 600 años de antigüedad. Según la geología oficial la vida estaba solamente comenzando a formarse en este planeta. Pero en el florero de Dorchester tenemos evidencias indicando la presencia de trabajadores artísticos del metal en América del Norte, más de 600 millones de años antes de Leif Erikson, explorador vikingo, considerado como uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte. En este tiempo de la historia de nuestro planeta, no existía vida en la tierra, ni de plantas ni de animales. La forma de vida más avanzada en este árido tiempo en la historia de nuestro planeta era una simple alga flotando en los mares. Sin embarco, de alguna forma, a través del tiempo, este bellísimo trabajo de arte fue traído y eventualmente enterrado y preservado en la antigua roca. ¿Será que algún viajero en el tiempo dejó este objeto con la esperanza de su descubrimiento más tarde, con la intención de asegurarse que la verdad acerca del viaje en el tiempo sea revelada algún día?
Otra evidencia sorprendente es una esfera acanalada, en Sudáfrica, de nada menos que ¡2.800 millones de Años de Antigüedad! Realmente mareante. En el trascurso de varias décadas, mineros surafricanos han encontrado cientos de esferas metálicas, de la cual por lo menos una tiene tres canales paralelos corriendo alrededor de su ecuador. Las esferas son de dos tipos, “una de un sólido metal azulado con manchas blancas, y otra es una bola hueca, llena de un núcleo blanco esponjoso”. Roelf Marx, del museo de Klerksdorp, en Sudáfrica, donde hay algunas de las esferas, dice: “Las esferas son un completo misterio. Se ven como hechas por el hombre, y sin embargo provienen de un tiempo en la historia de la Tierra cuando llegaron a descansar en esta roca, cuando no existía todavía vida inteligente”.
Se encuentran en capas de pirofilita, cerca del pequeño pueblo de Ottosdal, en Transvaal. Esta pirofilita es un mineral bastante blando, que fue formado por sedimentación hace unos 2800 millones de años. Por otra parte, las esferas son muy duras e incluso resisten al acero. La esfera con los tres surcos paralelos a su alrededor es demasiado perfecta para que no consideremos que ha sido hecha artificialmente. Los depósitos de mineral precámbrico donde se encontraron las esferas data de por lo menos 2800 millones de años. En ese tiempo, simples células microscópicas eran todo lo que existía en la tierra. Pero esto, aparentemente, no es verdad. ¿Quién creó y abandonó allí éstas magníficas esferas, más duras que el acero, y obviamente hechas por seres inteligentes? y, ¿cuál era su propósito?
Y, aunque sea difícil establecer su datación, hay otras evidencias sorprendentes. El Conde de Bournon, en su libro “Mineralogía”, registró un intrigante descubrimiento que fue hecho por trabajadores franceses a finales del siglo dieciocho. Bournon escribió: “Durantes los años 1786, 1787, y 1788, ellos estaban trabajando cerca de Aix En Provence, en Francia, sacando piedras para la reconstrucción del Palacio de Justicia. La piedra era una piedra caliza de un profundo gris, y de la clase que es blanda cuando acaba de salir de la mina, pero que se endurece con la exposición al aire. Los estratos estaban separados unos de otros por una capa de arena mezclada con arcilla, más o menos calcárea. Las primeras, que eran labradas, no presentaron ningún aspecto de cuerpos extraños, pero, después de que los trabajadores quitaron las primeras capas, se asombraron cuando, al quitar el undécimo, encontraron su superficie inferior, a una profundidad de cuarenta o cincuenta pies, cubierta con conchas”.
Continuando con su descripción, afirmó “Al ser removida la piedra de esta capa, al estar quitando un estrato de arena arcillosa, el cual separaba la décimo primera capa de la décimo segunda, encontraron tocones de columnas y fragmentos de piedra medio labrada, y la piedra era exactamente similar a aquella de la mina: encontraron más monedas, mangos de martillos y otras herramientas o fragmentos de herramientas en madera. Pero aquella que principalmente llamó su atención fue un tablero de aproximadamente una pulgada de grosor y de siete u ocho pies de longitud; estaba quebrada en muchos pedazos, de los cuales ninguno faltaba, y fue posible unirlos de nuevo unos con otros, y restaurar el tablero o placa a su forma original, el cual era aquel de los tableros de la misma clase, usados por los masones y hombres de minas: estaba gastado de la misma manera, redondeado y ondulante en sus bordes.”
Y aún añadió: ”Las piedras que eran completa o parcialmente labradas, no habían cambiado para nada en su naturaleza, pero los fragmentos en el tablero, y los instrumentos y piezas de instrumentos de madera se habían cambiado a ágatas, las cuales eran muy finas y de agradables colores. Aquí, entonces, tenemos rastros de un trabajo ejecutado por la mano del hombre, colocado a una profundidad de cincuenta pies y cubierto con once capas de piedra caliza compacta“. Todo tendía a probar que este trabajo había sido ejecutado sobre el mismo lugar donde estaban los rastros en tiempos remotos. La presencia del hombre había, entonces, precedido a la formación de esta piedra.
En 1830, unas formas como de letras fueron descubiertas dentro de un bloque sólido de mármol, en una mina situada 12 millas al noroeste de Filadelfia. El bloque de mármol fue encontrado a una profanidad de 60 a 70 pies. Según el Periódico Americano de Ciencia, Los trabajadores de la mina quitaron capas de un tipo de pizarra de mica, pizarra talcosa y pizarras de arcilla primitiva antes de llegar a la capa desde donde fue cortado el bloque que contenía formas como letras. Mientras estaban cortando un bloque, los trabajadores notaron una muesca rectangular, de 1.5 pulgadas de ancho por 625 pulgadas de alto, mostrando dos caracteres en relieve. Algunos respetables caballeros de Norristown, Pensilvania, fueron llamados para inspeccionar el objeto. Dedujeron que no se podía explicar la formación de los caracteres por procesos físicos naturales. Esto sugiere que los caracteres fueron hechos por seres inteligentes en un remoto pasado.
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