miércoles, 6 de febrero de 2013

Mapas





La imagen se trata de el mapa de Piri Reis de 1513, contiene un detalle completo del globo terráqueo, incluyendo América y la Antártida 
que no fue descubierta hasta 1818. Según los cartógrafos expertos, 
solo es posible crear un mapa así con imágenes satelitales.¿Un Nuevo Mundo?
Hasta el descubrimiento del mapa de Piri Reis, únicamente existían dos fuentes cartográficas que permitían comprender como Cristóbal Colón entendió sus descubrimientos. La primera de esas fuentes correspondía a un tal Alessandro Zorzi que indicaba que los dibujos que él había creado, correspondían a un mapa original traído a Europa por Bartolomé Colón (hermano del descubridor) en 1506. El mapa de Zorzi tenía información que en 1506 era desconocida, con lo que se puede presuponer que Cristóbal Colón dispuso de una fuente de información privilegiada. El otro mapa superviviente de la época, es obra de Juan de la Cosa, miembro participante de la primera expedición colombina de 1492. El mapa, datado en 1500, muestra correctamente Cuba como una isla, si bien Colón creía que esta isla caribeña era una península asiática.

Lo cierto es que el mapa de Piri Reis, o mejor dicho, la parte de el mapa que se conserva, tiene dibujado un entramado de líneas que atraviesan el Océano Atlántico, denominadas líneas de rumbo, típicas de las cartas de navegación medievales, y no indican ni latitud ni longitud, sino que establecen direcciones. Por supuesto aparece un trazado, correspondiente a la parte occidental de Europa y África y a la oriental de América. Los nombres de las regiones que aparecen están en turco, sin traducir al castellano o al portugués, lo que nos podría indicar que los turcos tenían conocimiento propio de estas costas



Luces y sombras.

Algunas teorías consideran como una fuente clara de misterio la representación, bastante fidedigna, de la Antártida sin la capa de hielo que actualmente la recubre. Actualmente se cree que fue tras la última glaciación que el continente antártico quedó cubierto por el hielo, con lo que esta parte del mapa o bien se dibujó disponiendo de algún instrumento sofisticado que permitiera revelar la superficie terrestre bajo la nieve perpetua o bien se trazó en un momento en que estos hielos no existían, desde un avión o algo similar. Mencionar, a parte, que el continente antártico no se comenzó a explorar hasta el S.XIX.

A este respecto, en 1953, un oficial naval turco, envió el mapa de Piri Reis a la Oficina Hidrográfica Naval de los EE.UU. A fin de evaluarlo, M.I. Walters, Ingeniero Jefe de dicha oficina, solicitó ayuda a Arlington H. Mallery, toda una eminencia en mapas antiguos, que previamente había trabajado ya con el mapa. Éste, quedó fascinado por la localización en el mapa de las Islas Canarias y las Azores. Pero lo que más impresionó a ambos es que los contornos del norte de la Antártida (Tierra de la Reina Maud) representados en el mapa, se correspondían con exactitud al continente que se esconde bajo el hielo en la actualidad e incluso el extremo más septentrional de Tierra de Fuego, que actualmente se encuentra sumergido, coincidía con mapas topográficos del ejército correspondientes al subsuelo marino de esa zona. Tras un largo estudio, Mallery descubrió el método de proyección que tenía el mapa. A fin de confirmar la exactitud de éste, realizó una cuadrícula y trasladó el mapa de Piri Reis a un globo: el mapa encajaba perfectamente. Concluyó que la única forma de la que se pudo dibujar el mapa fue mediante una vista aérea, y que la precisión del trazado en algunos puntos presupondría el uso de trigonometría esférica aplicada a la topografía, un procedimiento que no se conoció hasta mediados del S.XVIII.

Se presume que el mapa original de Piri Reis se conformaba de cuatro partes (señaladas) y contenía la práctica totalidad del saber cartográfico de su época. En sombreado, la única parte que aún se conserva y en puntos, la parte correspondiente al segundo mapa que dibujó el almirante turco.


Y lo más increíble. Si el contorno que aparece en el mapa de la Tierra de Maud se dibujó cuando no existía hielo, el mapa debió realizarse entre 4.000 y el 13.000 años antes de Cristo, el último período conocido sin hielo en esas latitudes.
Quizá uno de los puntos más controvertidos que podemos observar en el mapa de Piri Reis, corresponda a la Antártida. Diversos autores como Charles H. Hapgood ven en este “fleco” una posible reminiscencia de antiguos saberes que dan fe de la existencia de avanzadas civilizaciones en la Antigüedad. En una carta que, supuestamente, dicho profesor envió el 6 de julio de 1960 a las Fuerzas Armadas de su país, Estados Unidos, solicitando el análisis de esta parte del mapa, estos respondieron:

Estimado Profesor Hapgood:
Su solicitud de evaluación de ciertos aspectos extraños del mapa de Piri Reis, ha sido llevada a cabo por esta organización.
Su reclamación a cerca de la parte inferior del mapa, correspondiente a la Costa de la Reina Maud, en el Antártico, así como de la Península de Palmer, es razonable. Hemos encontrado que es la más lógica y correcta interpretación que le podemos dar al mapa.
Los detalles geográficos de dicha parte del mapa, concuerdan con los resultados del perfil sísmico realizado a lo largo de la superficie del continente antártico realizado por un equipo mixto de británicos y suecos en 1949.
Esto indica que la línea de costa ha sido trazada antes de que fuera cubierta por la capa de hielo que actualmente conforma dicha masa continental.
Desconocemos de que forma se pudo llevar a cabo este mapa, suponiendo que se dibujó a principios del S.XVI.

Harold Z. Ohlmeyer. Teniente Coronel, Comandancia de la USAF.

Insistimos en que nosotros nos hemos limitado a traducir esta “supuesta” carta recibida por el Profesor Hapgood. En su libro Mapas de los Antiguos Reyes del Mar (Turnstone Books, Londres 1979), menciona:

Parece que toda esa información ha sido traspasada de persona a persona y que las cartas tuvieran que haber sido creadas por personas desconocidas que recibieron, quizá de los minoicos o de los fenicios, que fueron, durante cientos de años, los mejores navegantes del Mundo Antiguo. Disponemos de evidencias que se recogieron y estudiaron en la gran Biblioteca de Alejandría, en Egipto, y cuyas compilaciones fueron realizadas por los grandes geógrafos que trabajaron allí.

Según el norteamericano, Piri Reis habría podido tener en su posesión una serie de cartas marinas que se salvaron de la quema de la famosa biblioteca alejandrina, ya que esas copias rescatadas, fueron pasando de centro a centro de saber, llegando a Constantinopla. Entonces, en el año 1024, fecha en la que estaba en marcha una Cruzada, al llegar los venecianos a la ciudad, se apoderaron o bien del mapa, o bien hicieron una serie de copias, que circularon por toda la cristiandad, sobretodo entre los marineros:

La mayoría de los mapas – continúa Hapgood – eran del Mediterráneo y el Mar Negro. Pero los mapas de otras zonas, sobrevivieron. Entre estos, se incluían mapas de las Américas y mapas del Ártico y el Antártico. Queda claro que los viajeros antiguos viajaron de Polo a Polo. Tan increíble como puede parecer, la evidencia nunca indica que algunos personajes antiguos, exploraron el Antártico cuando en sus costas no existía hielo. Está claro también, que disponían de instrumentos de navegación muy precisos, que les permitían determinar las longitudes que eran muy superiores a cualquier artefacto que hubieran podido poseer los seres humanos hasta fechas que rondaron la segunda mitad del S.XVIII.
[…]

Esta evidencia de tecnología perdida, nos corrobora en la creencia de muchas otras hipótesis que nos hacen creer en la existencia de antiguas civilizaciones en tiempos remotos. Los “ilustrados” han sido capaces de hacer desaparecer la mayoría de esas evidencias hasta convertirlas en mitos, pero nosotros tenemos la evidencia de que eso no es así. La evidencia requiere que todas las otras evidencias que se han hallado del pasado, sean reexaminadas con otros puntos de vista.

Estas teorías, junto con otras de autores como Erik von Daniken, que pregonan la existencia de antiguas civilizaciones que tuvieron un nivel tecnológico tanto o más avanzado que el nuestro, estuvieron muy en boga durante la década de los 70 y 80. Pero a día de hoy, podemos tener explicaciones más “mundanas” al respecto de estos puntos de controversia sobre el famoso mapa.
A partir del S.XV, los cartógrafos incluían con frecuencia una gran masa de tierra en latitudes muy meridionales, uniendo África con Asia y haciendo del Océano Índico un mar interior. El motivo de esta concepción se debe a una antigua creencia que presumía una tierra muy hacia el sur. Cuando el portugués Magallanes cruzo a través del estrecho que lleva su nombre, al sur de Tierra de Fuego, pensó que la isla que estaba viendo correspondía a la famosa masa de tierra que se mencionaba desde antiguo. Sin embargo, esta idea errónea, no fue corregida hasta el momento en que el pirata inglés Francis Drake, en 1578, pudo cerciorar que se trataba de un error.


Se cree que el hecho de que en el mapa de Piri Reis aparezca la Antártida, se deba a un hecho curioso. Si en el mapa miramos la supuesta Antártida de manera vertical, descubriremos, para nuestro asombro, que existe un más que particular parecido con la zona del mapa que se comprende entre el Río de la Plata y Tierra de Fuego. De hecho, el grupo de tres islas que se denomina Islas de Sara, se podrían asociar perfectamente a las Islas Malvinas y el punto más oriental de la línea trazada en el mapa, se corresponde al extremo meridional de Argentina. ¿Por qué razón iba a ser el trazo de la Antártida el mismo que el del extremo sur de Sudamérica?. Piri Reis pudo darse cuenta, al llegar al Río de la Plata, de que se le estaba acabando la valiosa piel sobre la que estaba plasmando su trabajo. Y a fin de no tener que corregir todo el mapa, lo que le hubiera supuesto repetirlo de nuevo, hizo lo que seguramente todos habríamos hecho: giró la línea costera del trazo hacia el este y describió un semicírculo que cupiera en el cuero. Hay que decir, que esta práctica que parece descabellada, era muy común en la Edad Media.



La gran cantidad de detalles del mapa.

Los ríos principales de América del Sur están marcados pero no nombrados. Es reseñable que debería haber mostrado el Río de la Plata, ya que Pinzón y Juan de Solís por él y lo registraron en sus cuadernos de bitácora. Sin tener en cuenta las partes relacionadas con el mapa de Colón, las escalas en millas son bastante certeras. La tierra se extiende hacia el oeste desde el sur del Río de la Plata. Evidentemente, esta parte del mapa está dibujada de acuerdo a la idea ptolemaica del Mundo, tal y como se puede observar en el Mappa Mundi. Ocho años después, en el prefacio de su libro, Piri afirma que, más hacia el sur, no hay tierra, sólo mar, lo que nos hace suponer que había estado siguiendo los últimos descubrimientos con mucha atención. Y a pesar de todo, desde el punto de vista de la importancia de estos descubrimientos geográficos, el mapa es particularmente significativo por su representación de América Central. 

Recientes estudios confirman la idea de que el mapa posee toda la información importante que existía en el mapa de Cristóbal Colón dibujado y enviado a Europa en 1498, así como en el mapa de Toscanelli que Colón había tenido en sus manos cuando realizó su primer viaje. Esa parte del mapa, tiene islas imaginarias con el dibujo de un loro en cada una de ellas. La isla de Trinidad está escrita como Kalerot, nombre que probablemente se derive del de un cabo en la isla que Colón denominó Galera. Puerto Rico es San Juan Batichdo, y más hacia la costa este de América, vemos el dibujo de una fortaleza. Hay, sin embargo, otra isla al oeste de Trinidad, otra vez con el dibujo de un loro cerca de ella. El dibujo de varias islas frente a las costas sudamericanas y en el lado opuesto a donde está Trinidad, muestra la influencia de Colón en el mapa, puesto que él creyó que este nuevo continente descubierto, no era nada más que un grupo de islas.


Paolo dal Pozzo Toscanelli (1398 - 1492), matemático, astrónomo y geógrafo italiano.


También lo podemos observar en la isla de Haití, llamada por ColónHispaniola. En lugar de dibujarla de este a oeste, tal y como es realmente la isla, aparece representada de norte a sur, tal y como creyó Colón que era, puesto que pensó haber llegado a Cinpango (Japón). Las verdaderas Antillas, se muestran en el mapa, no como islas, sino tal y como pensaba colón, como un continente. Es cierto que cierto lugar bastante cerca de la costa norteamericana aparece una isla marcada como Antilia, pero evidentemente esa posición de la legendaria isla, popularmente considerada como fabulosa y próspera en época de Colón, es incorrecta. Curiosamente, una nota a su lado indica que, contradiciendo la consideración popular, el lugar no tiene nada de próspero y maravilloso. Cuba, por otro lado, se muestra como continente, en total consonancia con las creencias de Colón.

Hasta tal extremo estaba convencido Colón de que Cuba era un continente, que mientras navegaba por las aguas cercanas a sus costas el 12 de junio de 1494, decidió recoger en documento público tal afirmación, y para ello mandó llamar al notario que viajaba con ellos en el barco, Fernando Pérez de Luna, y obligó a toda la tripulación a firmar el documento en el que se declaraba que, desde ese momento era evidente que aquello era un continente y que cualquiera que se atreviese a declarar lo contrario, debería pagar 10.000 maravedíes y su lengua debería ser cortada. Como para contradecirlo…

La razón por la que Piri Reis muestra también la isla caribeña como continente, no responde al miedo que pudiera tener de perder su lengua, sino porque no se veía capacitado para contradecir una afirmación tan rotunda de una eminencia en navegación como era el genovés, que había estado en aquella parte del Mundo varias veces. Cuba también aparecía como continente en un mapa de Colón fechado en 1498, que fue uno de los que empleó Piri posteriormente, así como en otro realizado por el hermano de Colón, Bartolomeo, en 1503, en el mapa del Mundo realizado por Ruysch en 1508, e incluso en el mapa marino de Waldeesmuller de 1507.

Piri llama a las once islas al sureste de Haití “Undizi Vergine”, en italiano, su lengua materna, en lugar de emplear el castellano. Esta es otra indicación de hasta que punto se fiaba el turco del mapa de Colón que estaba en sus manos, y que recordemos es una reminiscencia del primer mapa de Toscanelli, lo que nos permite saber diferentes aspectos de las fases más importantes de la época de los descubrimientos, además de recoger las explicaciones dadas por el español capturado por Kemal Reis en el Mediterráneo y que tomó parte en tres expediciones colombinas, sin ninguna influencia de los posteriores leyendas que surgieron en torno a la época.
Dispersos por el mapa, aparecen otros datos que nos aportan luces sobre diferentes detalles de los descubrimientos. Al lado del dibujo de un barco cerca de las Azores, está escrito que un barco genovés, proveniente de Flandes, se fue a pique y que los supervivientes descubrieron esas islas. De otro registro, podemos saber que el mar denominado Mar del Este, fue denominado por los europeos como Mar Español y que tras los descubrimientos de Colón se le empezó a llamar Ovasana, océano.
En el dibujo que se encuentra cerca de la isla de Santiago, aparece una nota que indica que los nombres de esos lugares fueron dados por un marinero genovés que creció en Portugal. Por otro lado, en el dibujo de un barco que está cerca de la costa de Sudamérica, se presume que toda la información vertida de esa zona, corresponde a Nikola di Juan, que desapareció en el hundimiento de su buque en el lugar. En otra de las notas que se ven en el Atlántico, se hace mención al Tratado de Tordesillas y la línea que dividió el Mundo para los portugueses y españoles.

Hacia el norte, en el dibujo de un pez sobre el que aparecen un hombre y una mujer haciendo fuego, y un bote en que hay tres hombre, se recoge la historia de San Brandon, que fue muy popular en la Edad Media (se llegó incluso a recoger en Las mil y una noches). Piri indica que la leyenda proviene de una fuente cristiana, con lo que, una vez más, podemos comprobar que el turco no renegaba de toda aquella información reciente que pudiera obtener, fuese árabe o cristiana.

Podemos concluir que, tras la revisión que los especialistas han realizado sobre otros mapas de la época, el de Piri Reis es el más perfecto y original, superando con creces cualquier otro que se conserve hasta la fecha.


Mapa de Martin Waldseemüller

Mapa del Mundo de Martin Walldseemüller (1470 - 1520) actualmente en la Biblioteca del Congreso de los EE.UU 


Comparación entre los mapas de Piri Reis y otros mapas contemporáneos.
Los mapas o cartas llamados portulanos, se empezaron a trazar sobre el S.XIII. Tenemos ejemplos de trabajos de períodos anteriores, pero aquellos que pueden ser comparables con los de Piri Reis, pertenecen principalmente a los siglos XIV a XVI.
El primer portulano del que se tiene constancia en Europa, se halla en el trabajo de Adamus Biemensis, en 1076. Posteriormente, apareció el mapa llamado pisano, presumiblemente dibujado en el S.XIII. Los mapas que aparecen tras este período, no muestran el nombre del autor ni la fecha en que se realizó. Así llegamos a los primeros portulanos de Pietro Vesconti, fechado en 1320. A este, se le añadió una sección de Marino Snudus, bajo el nombre de “Liber Secretarium Fidehum Crucis”
De esta manera, considerando el desarrollo de este tipo de “libretos” y cartas, consideramos oportuno realizar una breve comparativa de otros trabajos contemporáneos, especialmente de aquellos mapas que muestran América.
Los portulanos y libros creados tras el S.XIV, mencionan la isla de Brasil, y en 1414 la isla de Cipango y de la Antilia, ya se muestran. Se cree que entre 1474 y 1482, Toscanelli envió un portulano, junto con una carta, a Cristóbal Colón. Desafortunadamente, estos documentos han desaparecido. En la mencionada carta, se supone que Toscanelli dice que, de acuerdo con el testimonio de varios viajeros que habían estado en aquellos lares, si alguien tomara el rumbo siempre hacia el oeste, llegaría a las fronteras de Asia.
La información se expandió por todo el Mundo tras 1507, cuando Amerigo Vespucci escribió en una carta que existía un nuevo continente al que llamó “Novus Mundus”, que como todos sabemos, en su honor se pasó a llamar América. Sin embargo, existe otra versión de la historia, y hay autores que sostienen que el nombre se adoptó porque los nativos de Nicaragua llamaban a una parte de su tierra América. Es cierto que en la primera mitad del S.XVI, este nuevo continente llamó la atención de los geógrafos, y el resultado aparece en varios mapas, dibujados a tal respecto. Piri Reis fue uno de ellos y sin lugar a dudas, entre todos lo mapas realizados entre 1507 y 1550, podemos afirmar que el de Piri es el mejor de los que se llevaron a cabo, no sólo por lo acertado de sus trazos, sino también porque es el que revela un mayor avance para la ciencia y la geografía de la gran aventura que se estaba iniciando: el descubrimiento de un Nuevo Mundo.

Civilizaciones perdidas




Evidencias de civilizaciones perdidas – ¿hallazgos en eras geológicas imposibles?




“Eras geológicas de la Tierra”, se ha tratado este tema desde el punto de vista de la ciencia oficial. Pero la verdad muchas veces se oculta tras el velo científico. Esparcidos por todo el mundo se van encontrando vestigios que se supone no deberían pertenecer al período de tiempo en el cual fueron encontradas. Pero la realidad es tozuda y se van hallando pruebas de civilizaciones con una aparente avanzada tecnología que existieron millones de años antes de las fechas en que se supone que la humanidad evolucionó en la Tierra. No podemos garantizar que todas las evidencias estén datadas acertadamente, pero creemos que en bastantes casos la información es fiable. Todo parece indicar que la Tierra fue visitada o habitada por seres inteligentes que usaban tecnología avanzada mucho antes de la aparición (tal como es explicado por la historia oficial) de los primeros humanos. 


En la imagen anterior puede verse la visión científica aceptada de la evolución en este planeta a través de las distintas eras geológicas. Según esta visión, los seres humanos aparecieron en la Tierra hace pocos millones de años, pero una verdadera civilización humana solamente apareció hace pocos miles de años. Sin embargo, utilizando métodos científicos aceptados, se ha podido constatar que hay numerosos hallazgos que muestran pruebas concluyentes de que existieron civilizaciones avanzadas mucho antes de lo que se considera como posible.¿De dónde vinieron estas avanzadas civilizaciones que visitaron nuestro planeta antes de que el hombre apareciera en la Tierra? Curiosamente, a medida e vamos retrocediendo en el tiempo a través de diferentes eras, pude verse que las evidencias continúan creciendo, mostrando pruebas de seres inteligentes, con moderna tecnología, en un remoto pasado.

Como ejemplo de hallazgo relativamente reciente, pero de cualquier manera sorprendente, si nos atenemos a lo oficialmente admitido, nos encontramos con una enigmática estatua de Venus, en Willendorf, con más de 20.000 años de antigüedad. La Venus de Willendorf es una estatuilla antropomorfa femenina de 20.000 ó 22.000 años de antigüedad. La estatua lleva el nombre de un pueblo junto al Danubio, donde fue descubierta en 1908 por el arqueólogo austriaco Josef Szombathy. Es una figura obesa, de vientre abultado y enormes senos. Esta imagen de la mujer gorda que esta completamente desnuda también era usual en las esculturas egipcias, griegas y babilónicas del Período Neolítico. Es la más conocida de las Venus paleolíticas. ¿Quién creó esta estatua hace unos 20.000 años?


La Era Cenozoica es la última de las cinco principales eras de tiempo geológico, que comenzó hace aproximadamente unos 65 millones de años. Le sigue el período Cretáceo de la era Mesozoica, que está subdividido en el período terciario y el cuaternario. Y el período terciario, se subdivide a su vez en los períodos Paleoceno, Eocénico, Oligoceno, Mioceno y Plioceno. La visión científica aceptada de la evolución en la Era Cenozoica muestra a los seres humanos apareciendo en la Tierra hace pocos millones de años, pero oficialmente se supone no alcanzaron un cierto nivel de civilización hasta hace unos cuantos miles de años. No obstante, una serie de hallazgos científicos muestran una historia distinta.

En la época Pleistocena se han encontrado diversos objetos “imposibles” para aquel tiempo. Entre ellos podemos destacar unamoneda de cobre, encontrada en Illinois, USA, con más de 200.000 años de antigüedad. Muestra un objeto parecido a una moneda, que fue hallado en una excavación cerca de Lawn Ridge, Illinois, a una profundidad de unos 35 metros. Según la información dada por geólogos del Estado de Illinois, los depósitos conteniendo la moneda tienen entre 200.000 y 400.000 años de antigüedad. ¿Quién pudo dejar allí esta moneda hace cientos de miles de años?


Otra extraña evidencia es el esqueleto de un ser humano con características modernas, encontrado en Tanzania, con más de un millón de años de antigüedad. En 1913, el Profesor Hans Reck, de la Universidad de Berlín, efectuó excavaciones arqueológicas en Olduvai, Tanzania, donde encontró un esqueleto de un misterioso ser humano con características modernas, que sigue creando una fuerte controversia. Este cráneo moderno es de un esqueleto humano entero encontrado en aquella zona. Los restos humanos, incluyendo su cráneo completo, estaban cementados en la roca y tuvieron que ser extraídos de la piedra con martillos y cinceles. Fue encontrado en el extremo superior de un grupo de rocas datado en más de un millón de años. ¿Cómo puede ser que existiese este humano aparentemente moderno hace 1 millón de años?

En 1921, el British Museum recibió un cráneo humano, al que se llamó el “hombre de Broken Hill”, que fue hallado en curiosas circunstancias. Cuando los trabajadores de una mina de cinc de Zambia se dedicaban a terraplenar una colina llamada Broken Hill, encontraron una galería obstruida que desembocaba en una caverna. La cueva estaba llena de restos humanos y daba la impresión de ser un lugar de enterramientos prehistóricos. Pero no se tuvo gran cuidado en la recuperación de los huesos y, entre los pocos que llegaron a manos de los paleontólogos, se encontraba un enorme cráneo humano de frente huidiza, grandes arcos superciliares y una estructura facial primitiva, de tipo netamente Neanderthal. Pese a que no se pudo establecer una estratigrafía precisa, la antigüedad de los restos óseos era evidente.


Los paleontólogos colocaron al “hombre de Broken Hill” u “hombre de Rhodesia” en la estirpe filogenética humana, y le llamaron “el Neanderthal africano“. Pero estudiando el cráneo vieron dos cosas, una de ellas aparentemente inexplicable: aquel ser, que había vivido quizá hacía un millón de años, había sufrido una enfermedad dental. Y a ambos lados del cráneo presentaba dos orificios de igual diámetro, que dejaron perplejos a los expertos. A juicio del profesor Mair, de Berlín, parecían los orificios de entrada y salida que dejaría una bala moderna. El enigma que esto planteaba sigue sin encontrar una solución que no sea la de considerar que en aquella época había seres con armas sofisticadas.

En 1896, unos trabajadores que estaban excavando en un muelle seco en Buenos Aires encontraron un moderno cráneo humano. El estrato en el cual fue encontrado el cráneo de Buenos Aires tiene más de 1 millón de años de antigüedad. ¿Por qué llegaron a Buenos Aires humanos modernos hace más de 1 millón de años?

Enla Época Pliocena también tenemos una serie de hallazgos sorprendentes. Uno de ellos lo constituyen los Figurines de Nampa, encontrados en Idaho, de hace aproximadamente unos 2 millones de años. Una pequeña imagen humana, hábilmente formada en arcilla fue encontrada en 1889 en Nampa, Idaho. La figurilla se encontró a una profundidad de 92 metros durante la excavación de un pozo y está datada en la época Pliocena, hace unos 2 millones de años. La imagen es de aproximadamente una pulgada y media de largo, y es muy notable por la perfección con la que representa la forma humana femenina. El profesor F.W. Putnam, que la inspeccionó, dirigió la atención al carácter de las incrustaciones de hierro sobre la superficie, como indicativo de una muestra de considerable antigüedad. Se supone que los seres humanos aún no habían evolucionado en esta planeta hace unos dos millones de años. ¿Quien creó esta figura?



En Italia fue encontrado un cráneo de un humano moderno, de más de 3 millones de años de antigüedad. En 1860, el Profesor Giuseppe Ragazzoni, un geólogo del Instituto Técnico de Brescia, viajó al cercano Castenedolo, a unos 10 kilómetros al sureste de Brescia, para recoger conchas fósiles en los estratos Pliocenos, en una colina baja en la Colle de Vento. Allí descubrió un notable y anatómicamente moderno cráneo humano. El estrato del que se extrajo corresponde a la etapa Astiana del Plioceno, que pertenece el Medio Plioceno, lo cual daría al cráneo una antigüedad de 3 a 4 millones de años. ¿Por qué este humano moderno visitó Italia en aquella época?



En Inglaterra se encontró una concha tallada, en Red Crag, con una antigüedad de más de 2 millones de años. En un informe entregado el año 1881 a la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, H. Stopes, de la Sociedad Geológica, describió una concha, cuya superficie llevaba grabada una cara humana. La concha tallada fue encontrada en los depósitos estratificados de Red Crag, datados en el tardío Plioceno, hace más de 2 millones de años. Este hallazgo colocaría a seres inteligentes en Inglaterra en esta remota época. ¿Que visitante del remoto pasado talló y dejó esta concha?

De la Época Eocénica también tenemos evidencias, aún más sorprendentes. Una de ellas es una bola de tiza, encontrada cerca de Lyon, en Francia, con la increíble antigüedad de 45 a 55 millones de años de antigüedad. Esta bola de tiza fue descubierta en una capa de lignito del Temprano Eocénico. En base a su posición estratigráfica, le fue asignada una antigüedad de entre 45 y 55 millones de años. Según Maximilien Melleville, vicepresidente de la Societe Academique de Lion, no hay posibilidad que la bola de tiza fuera una falsificación: “Realmente está cubierta, a cuatro-quintos de su altura, por un color negro bituminoso que se combina en la parte superior con un círculo amarillo, y que es evidentemente debido al contacto con el lignito en el cual ha estado empotrado tanto tiempo. La parte superior, con la que está en contacto la base de la concha, por el contrario, ha preservado su color natural – el blanco pálido de la tiza… En cuanto a la roca en la cual fue encontrado, puedo afirmar que está perfectamente virgen y no presenta ningún rastro de explotación alguna”. La evidencia asociada a este hallazgo sugiere que fueron humanos quienes hicieron la bola, que deben haber estado en Francia hace más de 45 millones de años. ¿Quién hizo esta bola de tiza en esta época tan remota?



Otro enigmático vestigio lo constituye un mortero hallado en California, de una antigüedad de tal vez unos 55 millones de años. En 1877, el Sr. J. H. Neale, superintendente de la Compañía de Túneles Montezuma, vio, a unos 430 metros de la boca del túnel y bajo 92 metros de lava sólida, varias puntas de lanza en algunas rocas oscuras. Explorando más allá, encontró un pequeño mortero de tres a cuatro pulgadas de diámetro y de forma irregular. Luego encontró un mortero grande y bastante uniforme. El Sr. Neale declara que es completamente imposible que estos restos puedan haber alcanzado la posición en la que fueron encontrados después de que se formara la capa de lava. La situación de los restos indica que podían llegar a tener unos 55 millones de años de antigüedad. ¿Quien dejó estos vestigios en California hace unos 50 millones de años?


En Bramford, Inglaterra, se encontró una piedra de honda de tal vez unos 50 millones de años de antigüedad. Esta piedra de honda se encontró en el fondo de una capa de detritus, debajo de Red Crag, en Bramford, Inglaterra. El margen de error en este caso es importante, pero se considera que la piedra tiene por lo menos 5 millones de años y posiblemente podría llegar hasta unos 50 millones de años de antigüedad. Al examinarla, era obvio que la piedra había sido formada por la mano del hombre, ya que toda la superficie había sido raspada con un pedernal. La raspadura cubre toda la superficie de la piedra y penetra hasta sus irregularidades.

La Era Mesozoica también nos ha dejado múltiples evidencias. Esta es una de las principales eras en la historia geológica, siguiendo a la era Paleozoica y precediendo la era Cenozoica. La era Mesozoica, que duró desde aproximadamente hace unos 200 millones de años hasta hace 70 millones de años, la podríamos considerar como la verdadera era de los reptiles, ya que su mayor desarrollo ocurrió durante esta era. Los primeros pájaros y mamíferos y las primeras plantas con flores también aparecieron en esta época. Laera Mesozoica está dividida en tres períodos de tiempo: el Triasico, el Jurásico y el Cretáceo. Al movernos hacia atrás en el tiempo, entramos al período en la Era Mesozoica que comenzó con los primeros dinosaurios apareciendo en la tierra y terminando con el desarrollo de plantas con flores. Oficialmente, los humanos no evolucionarían hasta por lo menos unos 136 millones de años más tarde. Sin embargo, hay una serie los hallazgos científicos que sugieren que civilizaciones avanzadas estuvieron visitando la Tierra cuando los dinosaurios dominaban el planeta.


En el Período Cretaceo hay evidencias como la de un tubo metálico en Saint-Jean de Livet, Francia, con más de 65 millones de años de antigüedad. Y. Druet y H. Salfati anunciaron en 1968 el descubrimiento de varios tubos metálicos semiovoides de idéntica forma, pero de distinto tamaño, en un yacimiento de tiza cretácea. La capa de tiza se encontró en una mina en Saint-Jean de Livet, Francia, y se estima que tiene más de 65 millones de años de antigüedad. Habiendo considerado y eliminado varias hipótesis, Druet y Salfati concluyeron que seres inteligentes habían construido aquellos tubos, por lo que habrían vivido en aquella región en aquellas remotas fechas. ¿Quien construyó estos tubos metálicos en Francia hace más de 65 millones de años?

En el Período Triásico hay evidencias tan sorprendentes comouna suela de zapato, en Nevada, datada en una increíble antigüedad de entre 213 y 248 millones de años. El 18 de octubre de 1922, la sección American Weekly del periódico New York Sunday American publicó una noticia titulada “Misterio de la suela de zapato petrificada”, por el Dr. W. H. Ballou, que decía: “Hace algún tiempo, mientras estaba buscando fósiles en Nevada, John T, Reid, un distinguido ingeniero minero y geólogo vio, con asombro, una roca cerca de sus pies. Allí, parte de la roca misma, era lo que parecía ser una huella de pie humano”. Una inspección más detallada mostró que no era una marca de un pie desnudo, sino que era, aparentemente, una suela de zapato que había sido convertida en piedra. Faltaba una parte, pero estaba el delineado de por lo menos dos terceras partes de la suela, y alrededor de este contorno corría un muy bien definido hilo cosido, el cual, según parecía, ataba el zapato a la suela.


Además, había otra línea de costura, y en el centro, donde el pie habría descansado si el objeto realmente hubiera sido una suela de zapato, estaba una muesca, exactamente como si hubiera sido hecha por el hueso del talón rozando y desgastando el material del que había sido hecha la suela. Reid consiguió un químico analista del Instituto Rockefeller, quien hizo fotos y análisis del espécimen. Los análisis eliminaron cualquier duda de que la suela de zapato había sido fosilizada en la época Triásica. Las ampliaciones de la microfotografía son veinte veces más grandes que el espécimen mismo, mostrando hasta el último detalle de las vueltas de hilo y doblado, demostrando que la suela de zapato es estrictamente el resultado del trabajo manual de un hombre.

Incluso a simple vista los hilos pueden verse claramente, junto con los contornos definitivamente simétricos de la suela del zapato. Dentro de este borde y corriendo paralela puede verse una línea que parece haber sido regularmente perforada para las puntadas. La roca triásica que lleva el fósil de la suela del zapato ha sido datada en un período entre 213 y 248 millones de años. Un zapato obviamente moderno, con puntadas y grabado en el tiempo en la antigua roca triásica. ¿Estaba el misterioso visitante caminando en esta región hace más de 213 millones de años, antes de la era de los dinosaurios?

La Era Paleozoica es una importante era geológica, precedido por la era Precámbrica y seguido por la era Mesozoica, incluyendo los períodos Cámbrico, Ordoviciano, Siluriano, Devoniano, Carbonífero y Pérmico. La Era Paleozoica comenzó aproximadamente hace 570 millones de años y finalizó aproximadamente hace 200 millones de años. Al movernos más atrás en el tiempo entramos a este período de la Era Paleozoica, donde la vida estaba evolucionando desde formas primitivas multicelulares, que flotaban libremente en los océanos, hasta especies más evolucionadas en la tierra. Las formas de vida más avanzadas al final de este período eran anfibios, insectos, bosques de helechos y pequeños reptiles. Y oficialmente los humanos no evolucionarían hasta casi 300 millones de años más tarde. De nuevo, los hallazgos científicos sugieren que seres inteligentes, con tecnología avanzada, estuvieron visitando la Tierra y caminando sobre ella cuando las primeras formas de vida estaban solamente comenzando a emerger en nuestro planeta.


En el Período Carbonifero hay evidencias como las de una cadena de oro, de entre 320 y 360 millones de años de antigüedad. La edición de Junio de 1891 del periódico Morrisonville Times, de Morrisonville, Illinois, presentaba un artículo que se refería a una cadena de oro descubierta dentro de una pieza sólida de carbón. La cadena fue descubierta por la esposa del editor del periódico, cuando estaba rompiendo un trozo de carbón. De acuerdo al Departamento de Investigación Geológica de Illinois, el carbón que contenía la cadena era del período Carbonífero, de más de 300 millones de años de antigüedad. El Dr. A.W. Medd, delCentro Británico de Medición Geológica, escribió en 1985 que esta piedra es del Carbonífero Temprano, entre 320 y 360 millones de años de antigüedad. ¿Quien dejó caer esta cadena de oro en los antiguos bosques de helechos, cuando las más avanzadas formas de vida en el planeta eran anfibios e insectos?

En 1897, un minero de carbón trabajando en una mina cerca de Webster, Iowa, encontró una extraña inscripción en una pieza de piedra. El Daily News de Omaha, Nebraska (2 de Abril de 1897), publicó: “La piedra es de un color gris oscuro, con dos pies de longitud, un pie de ancho y cuatro de espesor. Sobre la superficie de la piedra, la cual es muy dura, fueron dibujadas líneas con ángulos formando diamantes perfectos. El centro de cada diamante es apreciablemente el rostro de un hombre anciano…”. ¿Fue una piedra tallada por un viajero en el tiempo hasta aquella época de la Tierra?



Otra evidencia es una taza de hierro encontrada en una mina de carbón, en Oklahoma, de 312 millones de años de antigüedad. El 27 de noviembre de 1948, Frank J. Kenwood afirmó:“Mientras yo trabajaba en la Planta Eléctrica Municipal, en Thomas, Oklahoma, en 1912, me tropecé con un sólido trozo de carbón, el cual era demasiado grande para poder ser usado. Lo quebré con un martillo de trineo. Del centro de esta pieza de carbón cayó esta taza de hierro, dejando la impresión de la taza en el pedazo de carbón”. Jim Stall (un empleado de la compañía) atestiguó la rotura del trozo de carbón y que vio caer la taza. Robert O. Fay, de la Oficina de Medición Geológica de Oklahoma, confirmó que la mina Wilburton de carbón tiene 312 millones de años de antigüedad. ¿Qué avanzada civilización estaba usando tazas de hierro hace más de 300 millones de años?


También en otra mina de Oklahoma se encontró una pared de, por lo menos, 286 millones de años de antigüedad. W.W. McCormick, de Abilene, enTexas, informó de una pared formada por un bloque de piedra, que fue encontrada en el fondo de una mina de carbón: “En el año 1928 yo, Atlas Almon Mathis, estaba trabajando en la mina de carbón No. 5, ubicada dos millas al norte de Heavener, Oklahoma. Esta era una mina de cajón, y nos contaron de tenía dos millas de profundidad. La mina era tan profunda que nos hicieron bajar a ella en un elevador… Ellos bombearon aire hacia nosotros abajo, tan profundo era”. Un atardecer, Mathis estaba haciendo estallar el carbón para desprenderlo, con explosivos. “La siguiente mañana”, dijo Mathis, “había varios bloques tirados en el suelo. Estos bloques eran cubos de 12 pulgadas y eran tan lisos y pulidos en el exterior que todas las seis caras podían servir de espejos. Aunque estaban llenos de grava, porque yo piqué uno de éstos con mi pico”.

Mathis agregó, “Cuando comencé a quitar los escombros en el sitio, se abrió más y apenas pude escapar. Cuando regresé después de este hundimiento, vi que había quedado expuesta una pared sólida de éstos bloques pulidos. Como a unas 100 a 150 yardas más abajo de nuestro núcleo de aire, otro minero golpeó esta misma pared, u otra muy similar”. El carbón en la mina era delCarbonífero, lo cual significaría que la pared era de por lo menos 286 millones de años. Según Mathis, los oficiales de la compañía minera inmediatamente sacaron a los hombres de la mina y les prohibieron hablar acerca de lo que habían visto. Mathis dijo que los mineros de Wilburton también contaron que encontraron “un bloque sólido de plata en la forma de un barril” en un área de carbón datada entre 280 y 320 millones de años. ¿Que civilización avanzada construyó esta pared?

En otra mina de carbón, en Ohio, se encontraron jeroglíficos de 260 millones de años de antigüedad. James Parsons y sus dos hijos descubrieron una pared alineada en una mina de carbón en Hammondville, Ohio, en 1868. Era una pared lisa y grande, descubierta cuando una gran masa de carbón se rompió. Y en su superficie, talladas en alto relieve, estaban varias líneas de jeroglíficos. ¿Quien talló estos jeroglíficos hace 250 millones de años?

En el Período Devoniano también se han encontrado evidencias, tales como un clavo en la piedra caliza, de entre 360 y 408 millones de años de antigüedad. En 1844, Sir David Brewster reportó que un clavo había sido descubierto firmemente empotrado en un bloque de piedra caliza en la mina de Kingoodie (Mylnfield) en el norte de Gran Bretaña. El Dr. A.W. Medd, del Centro Geológico Británico, indicó que esta piedra arenisca es del Devoniano, de entre 360 y 408 millones de años de antigüedad. Brewster afirmó:“El bloque en el que fue encontrado el clavo era de nueve pulgadas de grosor, y al proceder a limpiar la roca, el clavo fue encontrado proyectándose como media pulgada y bastante comido por el óxido. Y el resto del clavo yacía a lo largo de la superficie de la piedra hasta casi una pulgada de la cabeza, la cual estaba empotrada en la piedra”. El hecho de que la cabeza del clavo estuviese enterrada en el bloque de piedra arenisca pareciera descartar totalmente la posibilidad de que el clavo hubiese sido martilleado dentro de la roca después de ser extraído. Y ello sucedió en una época cuando los anfibios e insectos eran la única forma de vida dominante en nuestro planeta. Así pues, ¿quien colocó este clavo para que haya sido preservado en la roca durante más de 350 millones de años?


Y el Período Cámbrico no se queda atrás en lo que se refiere a evidencias. Una de ellas es la de una huella de zapato, en Utah, de 500 a 570 millones de años de antigüedad. En 1968, William J. Meister, un dibujante y colector aficionado de trilobites reportó haber encontrado la huella de un zapato en el Esquisto Wheeler, cerca de Antelope Spring, Utah. Esta muesca parecida a un zapato y su molde fueron revelados cuando Meister abrió un bloque del esquisto. Claramente visible dentro de la impresión del zapato estaban los restos de trilobites, extintos artrópodos marinos. La cáscara que sostenía la impresión y los fósiles de trilobites son del período Cámbrico, por lo cual tendrían de 500 a 570 millones de años de antigüedad. Meister describió la antigua huella como de zapato en un artículo que apareció en un periódico: “La huella del talón estaba marcado en la roca como a un octavo de pulgada más que la suela. La huella de pie era claramente del pie derecho, porque la sandalia estaba bastante usada en el lado derecho del talón”. En esta época de la historia de nuestro planeta no había plantas ni animales terrestres, e incluso los tipos más tempranos de peces todavía no habían evolucionado.

Y seguimos retrocediendo en el tiempo hacia nuestro pasado más remoto. Y llegamos al Período Precámbrico. Y, a pesar de la mareante antigüedad todavía seguimos encontrando evidencias, tales como un florero metálico, de más de 500 millones de años de Antigüedad. En la revista Científica Americana del 5 de junio de 1852, aparecía la siguiente noticia titulada “Una reliquia de una Edad Pasada”, y que decía lo siguente: “Hace algunos días, fue provocada una poderosa explosión en la roca en la Meeting House Hill, en Dorchester, a poca distancia, al sur, de la casa comunal del Reverendo Sr. Hall. La explosión rompió una inmensa masa de roca, algunas de cuyos trozos pesaban varias toneladas, con fragmentos esparcidos en todas direcciones. Entre ellos fue recogido un florero metálico, roto por la explosión. Al juntar de nuevo las partes formó un florero en forma de campana, de 4½ pulgadas de alto, de 6½ pulgadas en la base, 2½ pulgadas arriba y como un octavo de pulgada en grosor. El cuerpo de este florero parece de color zinc, o de un compuesto de metales, en lo cual hay una considerable porción de plata. Al lado hay seis figuras de una flor, o ramillete, bellamente incrustado en pura plata, y alrededor de la parte más baja del florero una parra, o guirnalda, también incrustado con plata. El cincelado, tallado e incrustado están exquisitamente hechos por algún hábil artesano. Este curioso y desconocido recipiente fue extraído desde quince pies debajo de la superficie de la roca sólida por la explosión”.


Según un mapa reciente del Centro de Medición Geológica Estadounidense del área de Boston-Dorchester, la piedra, ahora llamadael conglomerado Roxbury, es de una edad precámbrica, de más de 600 años de antigüedad. Según la geología oficial la vida estaba solamente comenzando a formarse en este planeta. Pero en el florero de Dorchester tenemos evidencias indicando la presencia de trabajadores artísticos del metal en América del Norte, más de 600 millones de años antes de Leif Erikson, explorador vikingo, considerado como uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte. En este tiempo de la historia de nuestro planeta, no existía vida en la tierra, ni de plantas ni de animales. La forma de vida más avanzada en este árido tiempo en la historia de nuestro planeta era una simple alga flotando en los mares. Sin embarco, de alguna forma, a través del tiempo, este bellísimo trabajo de arte fue traído y eventualmente enterrado y preservado en la antigua roca. ¿Será que algún viajero en el tiempo dejó este objeto con la esperanza de su descubrimiento más tarde, con la intención de asegurarse que la verdad acerca del viaje en el tiempo sea revelada algún día?


Otra evidencia sorprendente es una esfera acanalada, en Sudáfrica, de nada menos que ¡2.800 millones de Años de Antigüedad! Realmente mareante. En el trascurso de varias décadas, mineros surafricanos han encontrado cientos de esferas metálicas, de la cual por lo menos una tiene tres canales paralelos corriendo alrededor de su ecuador. Las esferas son de dos tipos, “una de un sólido metal azulado con manchas blancas, y otra es una bola hueca, llena de un núcleo blanco esponjoso”. Roelf Marx, del museo de Klerksdorp, en Sudáfrica, donde hay algunas de las esferas, dice: “Las esferas son un completo misterio. Se ven como hechas por el hombre, y sin embargo provienen de un tiempo en la historia de la Tierra cuando llegaron a descansar en esta roca, cuando no existía todavía vida inteligente”.

Se encuentran en capas de pirofilita, cerca del pequeño pueblo de Ottosdal, en Transvaal. Esta pirofilita es un mineral bastante blando, que fue formado por sedimentación hace unos 2800 millones de años. Por otra parte, las esferas son muy duras e incluso resisten al acero. La esfera con los tres surcos paralelos a su alrededor es demasiado perfecta para que no consideremos que ha sido hecha artificialmente. Los depósitos de mineral precámbrico donde se encontraron las esferas data de por lo menos 2800 millones de años. En ese tiempo, simples células microscópicas eran todo lo que existía en la tierra. Pero esto, aparentemente, no es verdad. ¿Quién creó y abandonó allí éstas magníficas esferas, más duras que el acero, y obviamente hechas por seres inteligentes? y, ¿cuál era su propósito?


Y, aunque sea difícil establecer su datación, hay otras evidencias sorprendentes. El Conde de Bournon, en su libro “Mineralogía”, registró un intrigante descubrimiento que fue hecho por trabajadores franceses a finales del siglo dieciocho. Bournon escribió: “Durantes los años 1786, 1787, y 1788, ellos estaban trabajando cerca de Aix En Provence, en Francia, sacando piedras para la reconstrucción del Palacio de Justicia. La piedra era una piedra caliza de un profundo gris, y de la clase que es blanda cuando acaba de salir de la mina, pero que se endurece con la exposición al aire. Los estratos estaban separados unos de otros por una capa de arena mezclada con arcilla, más o menos calcárea. Las primeras, que eran labradas, no presentaron ningún aspecto de cuerpos extraños, pero, después de que los trabajadores quitaron las primeras capas, se asombraron cuando, al quitar el undécimo, encontraron su superficie inferior, a una profundidad de cuarenta o cincuenta pies, cubierta con conchas”.

Continuando con su descripción, afirmó “Al ser removida la piedra de esta capa, al estar quitando un estrato de arena arcillosa, el cual separaba la décimo primera capa de la décimo segunda, encontraron tocones de columnas y fragmentos de piedra medio labrada, y la piedra era exactamente similar a aquella de la mina: encontraron más monedas, mangos de martillos y otras herramientas o fragmentos de herramientas en madera. Pero aquella que principalmente llamó su atención fue un tablero de aproximadamente una pulgada de grosor y de siete u ocho pies de longitud; estaba quebrada en muchos pedazos, de los cuales ninguno faltaba, y fue posible unirlos de nuevo unos con otros, y restaurar el tablero o placa a su forma original, el cual era aquel de los tableros de la misma clase, usados por los masones y hombres de minas: estaba gastado de la misma manera, redondeado y ondulante en sus bordes.”

Y aún añadió: ”Las piedras que eran completa o parcialmente labradas, no habían cambiado para nada en su naturaleza, pero los fragmentos en el tablero, y los instrumentos y piezas de instrumentos de madera se habían cambiado a ágatas, las cuales eran muy finas y de agradables colores. Aquí, entonces, tenemos rastros de un trabajo ejecutado por la mano del hombre, colocado a una profundidad de cincuenta pies y cubierto con once capas de piedra caliza compacta“. Todo tendía a probar que este trabajo había sido ejecutado sobre el mismo lugar donde estaban los rastros en tiempos remotos. La presencia del hombre había, entonces, precedido a la formación de esta piedra.



En 1830, unas formas como de letras fueron descubiertas dentro de un bloque sólido de mármol, en una mina situada 12 millas al noroeste de Filadelfia. El bloque de mármol fue encontrado a una profanidad de 60 a 70 pies. Según el Periódico Americano de Ciencia, Los trabajadores de la mina quitaron capas de un tipo de pizarra de mica, pizarra talcosa y pizarras de arcilla primitiva antes de llegar a la capa desde donde fue cortado el bloque que contenía formas como letras. Mientras estaban cortando un bloque, los trabajadores notaron una muesca rectangular, de 1.5 pulgadas de ancho por 625 pulgadas de alto, mostrando dos caracteres en relieve. Algunos respetables caballeros de Norristown, Pensilvania, fueron llamados para inspeccionar el objeto. Dedujeron que no se podía explicar la formación de los caracteres por procesos físicos naturales. Esto sugiere que los caracteres fueron hechos por seres inteligentes en un remoto pasado.

Los Neandertales y los Sapiens









Diez mil neandertales y sapiens tuvieron hijos hace miles de años





Reconstrucción de un neandertal / Neanderthal Museum




Hace dos años, un estudio ya célebre demostró que los neandertales y los humanos modernos se cruzaron. El estudio del genoma de personas actuales demostraba que ambas especies tuvieron descendientes fértiles. Fruto de aquellas cópulas todos los humanos modernos llevan entre un 1% y un 4% de ADN neandertal, a excepción de los africanos subsaharianos. Los detalles de los cruces (dónde, cuándo, cuántos) quedaron en la oscuridad. Ahora, un nuevo estudio estadístico aporta más detalles sobre aquellas parejas de especies aparentemente distintas que tuvieron hijos hace miles de años.



El trabajo, publicado en PLoS ONE (en abierto), reafirma que los cruces entre sapiens y neandertales fueron muy, muy esporádicos. En total, solo unos 10.000 neandertales y sapiens llegaron a cruzarse durante un abismo de tiempo que abarcó 130.000 años de coexistencia. Así lo aseguran los cálculos de Armando Neves, de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil) y Maurizio Serva, de la Universidad de Aquila (Italia), que han aplicado ecuaciones diferenciales al asunto de la hibridación humana.



Sus resultados implican un ritmo de cruce ínfimo: una pareja cada 77 generaciones, es decir, cada 1.500 años aproximadamente. Estas estimaciones estadísticas son compatibles con la escasa aportación de ADN neandertal que hay hoy en los humanos modernos (del 1% al 4%), pero están condicionadas por otras variables supuestas, como los 130.000 años de coexistencia en Oriente Medio, un dato que se basa en algunos datos arqueológicos que no son concluyentes. Las estadísticas también son compatibles con el lugar de los cruces, que habrían sucedido en Oriente Medio, según el estudio original de 2010 que destapó la hibridación.



“77 generaciones es el valor más probable para el tiempo transcurrido entre cruces”, explica Neves. Sin embargo, los valores son orientativos y funcionan dentro de una ecuación que da resultados ligeramente distintos según se modifique una u otra variable. Por ejemplo, si se toma un tiempo de convivencia de 130.000 años, los individuos que se habrían cruzado serían 11.207, explica el investigador. A su vez, el valor de 10.000 individuos de ambas especies corresponde a un tiempo de conviviencia de 116.000 años.



Los autores advierten de las limitaciones de su trabajo. Su objetivo era hacer unas ecuaciones lo más sencillas posibles para estimar el tamaño de las poblaciones que se cruzaron en una región limitada: Oriente Medio. Otro trabajo similar, pero más complejo, hizo lo mismo con resultados diferentes: los cruces ocurrieron en Europa y Asia Central, muy lejos de Oriente Medio. Ambos trabajos, sin embargo, coinciden en que los cruces eran rarezas, excepciones a la regla de dos grandes especies con territorio propio que se coincidían muy poco.





Los humanos se cruzaron como lobos y coyotes



“Lo que proponen los autores me parece razonable”, opina Carles Lalueza-Fox, especialista en neandertales y genética de poblaciones. En un estudio muy reciente, su equipo demostró que los africanos del norte de África también se cruzaron con los neandertales, en contra de lo que se pensaba hasta ahora.



“Me parece bien la idea de que fueron contactos infrecuentes durante un largo periodo de tiempo”, señala Lalueza-Fox. “Un modelo así sería parecido a las hibridaciones que se ven en las áreas de contacto de especies animales poco diferenciadas evolutivamente como el lobo y el coyote. Sapiens y neandertales ocuparían áreas geográficas separadas, pero adyacentes, y contactarían algunos individuos de cuando en cuando”, concluye.

Vino de mas de 6000 años

arqueología
Encuentran restos arqueológicos que sitúan la producción de vino hace 6000 años


Unos análisis confirma el descubrimiento de la producción de vino más antigua conocida, con una antigüedad de 6100 años. Se hallaron semillas de uva, restos de uvas prensadas, una rudimentaria prensa para obtener mosto y una cuba de arcilla cocida destinado a la fermentación de ese mosto. Incluso se encontraron copas de cuerno y otro recipiente de arcilla para beber el vino obtenido.




stos restos arqueológicos fueron encontrados en un yacimiento de un complejo de cuevas de la actual Armenia por un equipo internacional de arqueólogos. Esta investigación ha sido sufragada en parte por la National Geographic Society y los resultados se publican en Journal of Archaeological Science.

Según los investigadores se trata del centro de producción de vino más antiguo encontrado, con prensa, vasijas de fermentación y jarras de almacenamiento.


El descubrimiento en 2007 de lo que parecían ser semillas de uva inspiraron a este equipo de arqueólogos para excavar Areni-1, un complejo de cuevas en un cañón de las montañas del Caúcaso cerca del noroeste de las montañas de Zagros, cerca de la frontera sur de Armenia con Irán. En este mismo yacimiento arqueológico se encontró hace poco un mocasín de cuero de 5500 años de edad y que constituye el zapato más antiguo conocido.

Los análisis de radiocarbono realizados sobre los artefactos encontrados sitúan esta bodega entre los años 4100 y 4000 antes de cristo, durante el periodo calcolítico o Edad del Cobre.

Las estructuras que encontraron son similares a otras relacionadas con la producción de vino y que han estado usándose hasta el siglo XIX a lo largo del Mediterráneo y el Caúcaso. La prensa es rudimentaria, creen que el prensado de la uva se realizaba con los pies, como se ha hecho en esas mismas regiones o como se hacía en California en un principio (o como todavía se hace de manera artesanal en muchos sitios en la actualidad).Alrededor del sitio donde se pisaba la uva los arqueólogos encontraron semillas de uva, los restos de uvas prensadas, residuos de mosto y docenas de restos de viñas. Las semillas correspondían a Vitis vinifera vinifera, una variedad doméstica de viñas que todavía se usa para elaborar vino. La cuba de fermentación encontrada podía contener hasta unos 50 litros de líquido.

Los análisis espectrométricos de los residuos encontrados reveló la presencia de malvidina, que se sabe que aparece solamente en otra fruta nativa de la región: la granada. Como no se encontraron restos de esta fruta en el sitio los investigadores asumen que se trataba de restos de mosto de uva. Este dato es importante porque en otros lugares sólo se ha podido confirmar este punto de la producción de vino o bien a través de la presencia de ácido tartárico, cuyo origen puede situarse en muchas otras frutas; o a través de la presencia de resina que se añade al vino para mejorar su conservación y sabor, pero que se puede destinar a muchos otros usos.

En esa época, en la que no había refrigeración artificial, el proceso de fermentación (además de inevitable) era el único que permitía la conservación de jugos o zumos vegetales. Se ha propuesto que en ciertas regiones del mundo los líquidos fermentados eran los únicos con cierta garantía sanitaria, por lo que el estado habitual de nuestros antepasados era el de la embriaguez. Con el paso del tiempo la producción de estos líquidos fermentados y su consumo creo una presión de selección hacia aquellas personas cuyo hígado podía metabolizar el alcohol con facilidad.

En otras regiones del mundo el consumo de té, para el que se hervía el agua, proporcionaba el aporte de líquido libre de microorganismos.Las pruebas más antiguas sobre la producción de vino que se tenían hasta ahora fueron encontradas en los años ochenta por arqueólogos alemanes en Egipto, en la tumba del rey Escorpión I y datadas alrededor del año 3150 antes de Cristo.

Durante años los arqueólogos han afirmado haber encontrado pruebas que sitúan la producción de vino hasta en el año 6000 A.C. Hay también referencias muy antiguas sobre la producción de vino en el arte y registros históricos de épocas pasadas. En los murales del antiguo Egipto se representa la elaboración del vino. También se menciona, por ejemplo, en la Biblia cuando se dice que Noé, después del diluvio, plantó viñas, las vendimió y se emborrachó con el vino producido.

Se ha llegado a sugerir que la fermentación incentivó la domesticación de plantas y la producción de cerámica.En este caso, como los restos se han encontrado entre tumbas de la época, se especula que esta producción de vino tendría motivos ceremoniales.Es de esperar que se encuentren otros restos sobre de la producción de vino. Estos arqueólogos creen que la tecnología encontrada estaba ya muy desarrollada, así que es de imaginar una producción de vino más antigua todavía, aunque aún no se hayan encontrado pruebas de ello.

viernes, 1 de febrero de 2013

HISTORY OF THE WORLD

HERAKLEION, EL TEMPLO PERDIDO DE LOS DIOSES EGIPCIOS

Descubrimientos Arqueologicos del 2012

Los 10 Mayores Ultimos Hallazgos arqueológicos
Mientras que el mundo se estremece por conflictos militares, desastres económicos y catástrofes naturales, los arqueólogos siguen realizando su trabajo habitual. La revista Archaeology, publicada por el Instituto de Arqueología de Estados Unidos, destacó los principales descubrimientos de 2012

Este año destacan los resultados obtenidos en las excavaciones tradicionales, que siguen trabajando del modo casi artesanal en el que lo vienen haciendo durante siglos, pero tambien las nuevas tecnologías como el georadar, cada vez ayudan a realizar más nuevos hallazgos y amplían las posibilidades de los investigadores.

La lista está formada por los siguientes descubrimientos.

 1. Embarcación vikinga que sirvió como tumba

1. En la costa de Ardnamurchan, en el oeste de Escocia, Reino Unido, por primera vez en las islas británicas se encontró un barco funerario vikingo, que se cree que podría tener más de 1.000 años de antigüedad. El hombre, que fue enterrado con su bote, hacha, espada y lanza, probablemente había sido un vikingo de alto rango. Los vikingos hacían incursiones frecuentes en aquella zona a finales del primer milenio. Los científicos no hallaron restos de asentamientos en la región, pero suponen que el lugar del enterramiento podría haberse considerado sagrado en los tiempos antiguos.





La espada del guerrero vikingo, muy bien conservada.


ARCHAEOLOGY's editors reveal the year's most compelling stories

Any discussion of archaeology in the year 2012 would be incomplete without mention of the much-talked-about end of the Maya Long Count calendar and the apocalyptic prophecies it has engendered. With that in mind, as 2013 approaches, the year’s biggest discovery may actually be that we’re all still here—at least that’s what the editors of Archaeology continue to bet on.

However, you won’t find that story on our Top 10 list. We steered clear of speculation and focused, instead, on singular finds—the stuff, if you will—the material that comes out of the earth and changes what we thought we knew about the past. Here you’ll see discoveries that range from a work of Europe’s earliest wall art to the revelation that Neanderthals, our closest relatives, selectively picked and ate medicinal plants, and from the unexpected discovery of a 20-foot Egyptian ceremonial boat to the excavation of stunning masks that decorate a Maya temple and tell us of a civilization’s relation to the cosmos.

Then there are the discoveries that just made us wonder. What drove someone to wrap their valuables in a cloth and hide them almost 2,000 years ago? And why were people in Bronze Age Scotland gathering bones and burying them in bogs?

The finds span the last 50,000 years and cover territories from the cradle of civilization to what is today one of the world’s most populous cities. These are a few of the discoveries that speak to us of both our record of ingenuity and our humanity. The enduring question is always: Were the people behind the evidence anything like us?


Maya Sun God Masks

El Zotz, Guatemala

(Courtesy Stephen Houston, Brown University; Courtesy Edwin Román)

A rendering (top) of one of the masks representing the Maya sun god found at El Zotz’s Temple of the Night Sun in Guatemala shows places where crimson pigment remains. The five-foottall stucco masks (above) chart the sun’s path across the sky and decorate the exterior of the temple.
Archaeologists have unearthed a spectacular series of stucco masks at the Maya city of El Zotz. Dating to between A.D. 350 and 400, the five-foot-tall masks decorated a temple atop El Diablo pyramid, which commemorates the founder of the city’s royal dynasty. The masks were painted bright red and depict several deities, including the sun god. They show different phases of the sun as it makes its way across the sky. Between the gods are representations of Venus and other planets. “It’s a celestial symphony,” says Brown University archaeologist Stephen Houston, who co-led the excavation with Edwin Roman of the University of Texas. “The sun is closely associated with Maya kingship, and these images celebrate that link.”









El Zotz, Guatemala




Neanderthal Medicine Chest
Piloña, Asturias, Spain


the latest frontier in Neanderthal research is not the artifacts they left behind or remnants of their DNA. Rather, it is the gunk that stuck to their teeth. Karen Hardy of the Catalan Institution for Research and Advanced Studies in Spain and Stephen Buckley of the University of York in the United Kingdom used a variety of chemical analyses that helped uncover the first evidence that Neanderthals consumed medicinal plants. The team examined the chemicals embedded in the calcified plaque on the teeth of five Neanderthals dated to between 50,600 and 47,300 years ago from El Sidrón Cave in Spain. The analyses showed that the Neanderthals inhaled wood smoke, probably from a campfire, and that they had eaten cooked plant foods as well as the bitter-tasting medicinal plants chamomile and yarrow. “They had to have a body of knowledge about plants to select yarrow and chamomile,” says Hardy. The same analyses used in this study have the potential to be used on almost any tooth. According to Hardy, they could be used to provide direct evidence of hominin diets going back millions of years.



First Use of Poison

Lebombo Mountains, KwaZulu-Natal, South Africa


A notched wooden stick from South Africa’s Border Cave dating to 24,000 years ago contains the earliest evidence of humans using poison. The artifact was found in the 1970s, but new chemical analyses conducted by a research team led by Francesco d’Errico of Bordeaux University in France revealed trace amounts of substances from poisonous castor beans. The stick may have been used to apply poison to arrowheads just as a culture of modern-day hunter-gatherers called the San does today in southern Africa. According to d’Errico, poison is an important part of traditional San hunting methods because their bone-tipped arrows usually don’t cause enough damage to kill large prey on their own.





In South Africa’s Border Cave, archaeologists found ostrich eggshell beads (top), wooden digging sticks (left), and notched sticks (right) used to apply poison to arrowheads.The poison applicator is just one of several artifacts, some dating to as early as 44,000 years ago, that resemble objects used by the San. Others include a digging stick, ostrich eggshell beads, carved pig tusks, bone arrowheads, and a lump of beeswax. D’Errico’s team believes the artifacts indicate that San culture emerged about 44,000 years ago, making these artifacts the earliest link to a culture of modern humans. 

The findings also clarify why it is thought that modern human behavior—loosely defined as making objects that show symbolic thinking or complex hunting methods—may have begun in Africa. Earlier evidence of such behavior has been uncovered in South Africa at sites such as Blombos Cave and Pinnacle Point, where beads, pigments, and artifacts related to fishing that date to more than 100,000 years ago have been found. Those types of artifacts, however, seem to disappear from the archaeological record at later times, indicating that those cultures may have died out. The poison and other artifacts from Border Cave, on the other hand, are the earliest that can be directly connected to an extant culture. “We think of modern humans as people who are able to change their culture all the time,” says d’Errico, “but when we have a very effective cultural adaptation, we don’t need to change.”




Aztec Ritual BurialMexico City, Mexico

Mexico City, Mexico



(Courtesy Melitón Tapia/INAH)

Archaeologists found multiple caches of skeletal remains at Templo Mayor, one of which included 45 skulls and 250 jawbones.Mexico’s Templo Mayor was a center of Aztec civic life before the Spanish conquest. In 2012, archaeologists learned more about its importance for civic death. In a grisly discovery, they excavated more than 1,000 tightly packed human bones, among them 45 skulls and 250 jawbones. There was only one complete, undisturbed skeleton, in a separate cache—a woman, lying face down, her left hand resting enigmatically on her back and her right on her abdomen. She was surrounded by more bones, including at least 10 skulls, plus ceramic and charcoal offerings.

Raúl Barrera of Mexico’s National Institute of Anthropology and History says the larger cache was probably a “closure deposit” buried as a kind of consecration after an important building phase around 1479. Because the bones are so crowded together, he says, they must have “been buried elsewhere, exhumed, and reburied here.” But not all of them. Barrera’s team excavated a volcanic slab used for human sacrifices, beneath which they found five more skulls with gaping perforations. The victims may have died on the sacrifice stone, but the holes were probably for mounting their skulls on a stake known as a tzompantli. It may all seem macabre to us, but to the Aztecs, this charnel house was, according to Barrera, “where the earthly and heavenly realms communicated with each other.”





Caesar’s Gallic Outpost
Hermeskeil, Germany


(Courtesy © Sabine Hornung, Arno Braun)

Sandal nails (above) were found at the site of a temporary Roman military camp in southwestern Germany as plotted (top) in a diagram of the area.The discovery of a collection of 75 sandal nails has led German archaeologists to the rare identification of a temporary Roman military camp near the town of Hermeskeil, near Trier, in southwestern Germany. Directed by Sabine Hornung, an archaeologist at the Johannes Gutenberg University Mainz, the team uncovered the camp’s main gate, the flat stones that once paved its entrance, and grindstones used by the Romans to mill grain. Scattered among the paving stones were bits of metal that the team quickly identified as sandal nails. Some of the nails were quite large—as much as an inch across— and had distinct workshop marks of a type used by the army, “a sort of cross with little dots” or studs, says Hornung. “That told us it was definitely a military camp,” she adds. Ground-penetrating radar surveys showed that the camp, built to house soldiers on the move, sprawls over nearly 65 acres.

Excavated pottery sherds, both from local and imported Roman wares, date the camp to the 50s b.c., the period Julius Caesar wrote about in his memoir, The Gallic Wars. From 58 to 50 b.c., Caesar waged three campaigns against the Gallic tribes and their powerful leaders for control over the territory of Gaul, primarily modern-day France and Belgium. Taking account of the camp’s date and the distinctly Caesarean sandal nails, Hornung says, “It’s very probable it is a camp built by Julius Caesar’s legions.”

The camp sits just a few miles away from the so-called “Hunnenring,” a major Celtic hill fort with 30-foot-high walls. Such centers of military and political power made Gaul an attractive target for the Romans. By focusing their efforts on these regional centers, the Romans could exert sustained and concentrated pressure on local leaders instead of having to chase down the scattered tribes living in the German forests further to the east. Eventually this pressure, and the military victories achieved by Caesar and his legions, resulted in the conquest of Gaul and cleared the way for the general to assume sole control of the Roman Republic.

For Gunter Moosbauer, an archaeologist at Germany’s University of Osnabrück familiar with the discovery, the finds from Hermeskeil are an “archaeological thrill.” He says, “Roman field campaigns lasted just a few months, and to find one of their temporary camps is really rare."

Hermeskeil, Germany
Europe’s Oldest Engraving
Sergeac, France
The First Pots
Jiangxi Province, China
Scottish “Frankenstein” Mummies
South Uist, Scotland
2,000-Year-Old Stashed Treasure
Kiryat Gat, Israel
Oldest Egyptian Funerary Boat
Abu Rawash, Egypt




Oldest Egyptian Funerary Boat

Abu Rawash, Egypt



(Courtesy Egyptian Ministry of Antiquities)

Archaeologists originally mistook an ancient Egyptian funerary boat found at the cemetery of Abu Rawash for a wooden floor. The 20-foot boat dates to 2950 B.C.


Egyptologist Yann Tristant was reading a 1914 excavation report on a First Dynasty (ca. 3150–2890 B.C.) tomb at the elite cemetery of Abu Rawash when he noticed something strange. The author, legendary French archaeologist Pierre Montet, wrote that just north of the mudbrick tomb, or mastaba, he had uncovered a wooden floor. That seemed bizarre to Tristant, of Macquarie University in Sydney, because he knew that no other archaeologists have reported finding wooden floors around mastabas. Sensing a mystery, he directed his team to excavate at the same spot Montet had almost a century before. The hunch paid off and led Tristant to a pit bounded by a brick wall that held the oldest boat found in Egypt, a 20-footlong vessel dating to 2950 B.C.

It’s clear the boat played some role in the burial ceremonies of the tomb’s owner, a high-ranking official. Tristant uncovered artifacts nearby that point to a lavish funerary feast, including ceramic beer jars and bread molds. Ceremonial boats have been found at tombs at royal cemeteries; they were intended to symbolically carry pharaohs into the afterlife. But since so few boats have been found at nonroyal tombs, Tristant hesitates to speculate exactly what religious function the Abu Rawash vessel served. “It’s a good example of why we must sometimes re-excavate sites,” says Tristant. “I never would have expected to find a boat at a tomb like this.”