Hallada esfera precolombina de 1,10 m. en Palmar Sur, Costa Rica
Excavaciones arqueológicas efectuadas en Finca 6
Museo Nacional encuentra escultura en buen estado bajo 1,5 m. de tierra. Indígenas la usaron como símbolo de poder a la entrada de un palenque.
Osa, Puntarenas. Durante la parte final de las excavaciones de los restos de un palenque indígena en Finca 6 de Palmar Sur, un equipo del Museo Nacional desenterró una gran sorpresa: una esfera de piedra de 1,10 m. en el sitio exacto donde la pusieron nuestros antepasados indígenas hace unos 1.000 años.
El arqueólogo Adrián Badilla y su equipo hallaron esta escultura precolombina, confeccionada en una piedra llamada granodiorita, a 1,5 m. bajo tierra.
Sin duda, el hallazgo emocionó a todo el equipo, ya que la última vez que se había encontrado una esfera de piedra en su lugar original fue en 1994, en Finca 4, ubicada a unos pocos kilómetros del sitio de las excavaciones.
La pieza precolombina muestra un buen estado de conservación, así como un “defecto de fábrica”: su perfecta curvatura está afectada por un faltante.
“Se evidencia un problema de fabricación en uno de los costados”, detalló Badilla.
Desde setiembre y hasta ayer, este arqueólogo lideró la excavación en Finca 6, en la cual se descubrieron los restos de un segundo palenque precolombino en el sitio, tal como lo informó La Nación el 30 de setiembre pasado.
Símbolo de poder. La escultura indígena fue hallada en el mismo sitio donde la colocaron nuestros antepasados indígenas: en la esquina norte de los restos en piedra del palenque indígena, es decir, flanqueando la entrada de la rampa que conducía hacia el pórtico y el interior de la edificación.
La semana pasada, cuando la cuidadosa eliminación de sedimentos mostró la existencia de esta pieza, todos saltaron de la alegría, entre ellos Rosa Edith Molina, vecina de la zona. “Fue una gran impresión, hubo gritos y emoción”, dijo la mujer, de 33 años.
Sólo Badilla insistía en que allí descubriría la esfera de piedra. No fue un golpe de azar, sino que este arqueólogo interpretó las pruebas que tenía: primero, durante la construcción de un canal en 1993 apareció una esfera de 1,10 m. en la esquina sur de los restos de la edificación precolombina, así que pensó que faltaba la del otro lado.
Además, en 1996, él halló dos esferas de piedra caliza flanqueando la entrada de otra estructura precolombina durante un rescate arqueológico efectuado en Finca 4.
Basado en estas evidencias, Badilla intuyó que poner esferas del mismo tamaño y materiales a la entrada del palenque podría ser un patrón en aquella zona. Badilla no se equivocó y estaba feliz por su acertada observación.
¿Qué representan estas esferas de piedra a la entrada de una edificación? “Sin duda, son símbolos de poder usados por las sociedades jerarquizadas de tipo cacical que poblaron el sitio”, explicó Badilla.
Otra pregunta importante, entonces, es quién habitó el palenque. El arqueólogo afirmó que, aunque es difícil de determinar, se cree que fue un personaje de alto rango político y religioso –un cacique o un chamán– en el grupo indígena que pobló Finca 6 hace unos 1.000 años.
En tal estructura precolombina no se encontraron ni huesos ni evidencias de alimentos, pero sí otras dos esculturas: una figura humana en bulto de 40 centímetros, que es típica del delta del Diquís –nombre original del río Térraba–, así como un metate con base anular.
Tras excavar toda la estructura en piedra del palenque, también enterrada bajo 1,5 metros de sedimento, Badilla estableció que se trata de una vivienda con un alto grado de complejidad en el diseño.
La evidencia precolombina hallada fue tapada ayer con el fin de no generarle problemas al exponerla a las inclemencias del tiempo.
Entrevista con Francisco Corrales, director del Museo Nacional de Costa Rica
‘Es un gran sitio arqueológico’
¿Por qué este hallazgo es tan significativo?
Lo que estamos descubriendo apunta a que el delta del Diquís posee una zona de 900 hectáreas donde se encuentra evidencia precolombina bien conservada bajo 1,5 metros de sedimentos dejados por las históricas inundaciones del río Térraba.
“Por ejemplo, estas 10 hectáreas que tiene el Museo Nacional en Finca 6 están llenas de sorpresas –hallazgos arqueológicos–, a pesar de lo huaqueadas que han sido y de los canales construidos por la compañía bananera desde la década de 1940.
“Esta es una reserva arqueológica de gran magnitud: singular, porque se hallan estructuras y esculturas que no se ven en otros lugares, y con gran integridad, ya que la gruesa capa de sedimento que las cobija sirvió para proteger las estructuras.
“Aquí caminamos sobre las huellas de nuestros ancestros”.
¿Qué revelan los hallazgos realizados en esta excavación?
Muestran que las esferas de piedra precolombinas fueron símbolos de rango o estatus usados en las sociedades cacicales del delta del Diquís. Además, parece mostrar de que a mayor importancia del personaje que ocupaba estas estructuras, mayor la calidad y tamaños de las esferas frente a su vivienda.
“También demuestra que el delta del Diquís es el lugar con mayor cantidad de esferas aparecidas en su sitio original: tenemos cinco de ellas alineadas y dos asociadas directamente a una estructura principal”.
¿Cuál mito derriban?
Estos hallazgos desmienten a aquellos que dicen que las esferas de piedra no son creaciones indígenas.
Como los que dicen que las trajeron los extraterrestres…
Exacto. Eso no es cierto. Las esferas son elementos relacionados indiscutiblemente con las sociedades precolombinas del período entre el 800 y 1.500 después de Cristo en la zona.
¿De qué forma esta investigación ayuda a entender mejor a nuestros antepasados?
Hay que entender que las piezas de oro, las esculturas (esferas, metates, esculturas en bulto, entre otras) y la cerámica son manifestaciones excepcionales de un grupo indígena asentado en el bosque tropical húmedo.
“Es decir, siempre se ha considerado a nuestro territorio como patio trasero de las grandes culturas prehispánicas; sin embargo, expresiones simbólicas de tan alta calidad muestran sociedades indígenas más complejas de lo que se tiende a creer.
Si el sitio está bien conservado, ¿por qué se debe restaurar?
Está bien conservado, pero las estructuras han sufrido algunos desplazamientos; por ello, debe ser consolidado y restaurado antes de pensar en exponerlo.
Falta dinero para postular el sitio al patrimonio mundial
El paisaje cultural del delta del Diquís –planicie regada por los ríos Térraba y Sierpe, en Osa– aún no podrá postularse como candidato a la lista del patrimonio de la humanidad de la Unesco.
Esto se debe a que el Ministerio de Cultura requiere dinero para poder encargarle la redacción de la propuesta a un equipo de especialistas.
Desde el 2005, el Museo Nacional impulsa un plan para convencer a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de que declare patrimonio a las riquezas culturales de esa zona: el legado arqueológico de las sociedades precolombinas entre 800 y 1.500 después de Cristo, así como los vestigios de la actividad de la compañía bananera entre 1930 y 1985.
Si bien es cierto el Museo Nacional obtuvo recursos de la Unesco y de la empresa privada para realizar las investigaciones acerca de la singularidad del sitio, la institución no cuenta con el dinero para contratar a un equipo de expertos que se encargue de redactar la propuesta para la organización de la Naciones Unidas.
“Hemos avanzado mucho. Ya pasamos la etapa de demostrar que la evidencia arqueológica está bien conservada, a pesar del huaqueo y de la actividad bananera. Asimismo, demostramos que existe voluntad del Gobierno: ya el 26 de octubre se publicó un decreto que declaró de interés cultural el paisaje cultural del delta del Diquís”, detalló Francisco Corrales, director del Museo Nacional.
Y es que cuando el expediente de una candidatura está listo debe ser enviado a la Unesco para que lo analicen sus órganos consultivos, los cuales dan un dictamen acerca de la propuesta.
Posteriormente, la candidatura es presentada en la Asamblea General de la Unesco para su aprobación o rechazo.
Corrales dijo que la postulación debe estar bien confeccionada pues si la Unesco la rechaza es para siempre. Por ahora, se trabaja en crear un plan de manejo de lo que será el Parque de Esferas en Palmar Sur, Osa, con el fin de proteger a las esferas y colaborar con la comunidad.
Fuente: Doriam Díaz, La Nación.com, Costa Rica, 11 de diciembre de 2007
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